Deportes

Ciclistas profesionales riojanos: una travesía en el desierto

Arturo Grávalos, campeón de España sub-23 en ruta

Álvaro Robredo dejó el Burgos BH y con ello, el ciclismo riojano masculino se ha quedado sin representantes profesionales para esta temporada. Resulta paradójico, puesto que la Vuelta 2020 tendrá más presencia que nunca por la región, pero así son las cosas. El portal Alphe d’Huez ha elaborado una tabla de ciclistas españoles por comunidad autónoma. Lidera el País Vasco (28), segunda es Cataluña (15) y tercera, Andalucía (14). La ‘roblanvera’, sin representación, al igual que Ceuta, Canarias y Melilla.

No se puede decir que en La Rioja el aficionado no responda a las grandes citas: Valdezcaray y la Cruz de la Demanda se han llenado de seguidores en las últimas décadas, mientras que Logroño ha sido otro destino recurrente. En Moncalvillo, donde empezó a reinar ‘El Chava’ en 1994, miles y miles de riojanos apoyarán a los intrépidos deportistas. Seguro que se forman esos pasillos humanos tan característicos de este deporte. Lo que también es seguro es que no habrá un ídolo local al que animar.

La montaña, una ‘gran enemiga’

Begoña Ruiz, la presidenta de la Federación Riojana de Ciclismo, hace balance de la situación: “Lo puedo valorar mal, porque teníamos un profesional y ahora no. Esto es la vida del deportista cuando llega a la élite. Si interesa, bien, y sino, no apoyan”. Más allá de eso, lamenta el poco peso de su territorial (en torno a seiscientas licencias). Una cifra que contrasta con los más de 5.000 personas que practican el ciclismo en la región.

La causa parece clara: “El BTT (bicicleta de montaña) es lo más demandado ahora en La Rioja y la carretera se ha quedado en segundo plano. En La Rioja hay muchísima afición, Moncalvillo va a estar abarrotado; pero de ahí a la práctica hay un trecho”. A ello se le suma la vocación familiar de esta disciplina: “En muchos torneos, los padres y los hijos compiten juntos. Hacen carreras y salen primero las escuelas y luego los más mayores”. Resulta difícil competir con una fórmula que combina a la perfección deporte y familia.

Con la irrupción de Carlos Coloma, en los últimos años la mayoría de chavales se decantan por la ‘mountain bike’, tanto en categoría masculina como en femenina. Ni siquiera la presencia de Sheyla Gutiérrez puede evitar este proceso. En medio de este difícil panorama, emerge la promesa de Arturo Grávalos, subcampeón de España sub-23 en ruta. “Creo que hubiera tenido muchas oportunidades de dar el salto de no ser por el accidente que tuvo y que le dejó casi cuatro meses fuera”, afirma Ruiz. El deportista afincado en Cervera del Río Alhama es una excepción en un panorama cada vez más vacío.

Año tras año, el pelotón riojano ve reducidos sus integrantes. Una tendencia todavía más acusada desde la desaparición del Viña Ijalba en 2012: “No hay ningún club que se dedique a acoger chavales. Ese equipo se acabó porque no había chavales y tenía que llenarse con gente de fuera. No podemos tener más de tres o cuatro chavales en cada categoría”. ¿Qué queda de todo ello? Pues solamente un equipo de ‘Máster 30’ y otro de sub-23 (el VegaBike).

Lo peor es que las cosas no van a mejor, puesto que la Vuelta a La Rioja amenaza con no volver nunca: “No puedo ser optimista, llevamos dos años sin hacerla y vamos a por el tercero. No digo que sea imposible, pero es muy difícil volver a sacarla”. Ruiz ve complicado que las instituciones hagan esfuerzo si no hay una demanda mínima de corredores: “La carretera tiene muy mala prensa con el tema de los accidentes. Parece que en la montaña no se caen, pero les pasa igual. Todo ello nos ha hecho mucho daño”.

LOGRONO. Vuelta Ciclista a La Rioja. Rory Sutherland, ganador, primer triunfo con el maillot del Movistar. 2 Michael Albasini (Sui/Orica) a 20 y 3 Jose J. Rojas (Movistar) m.t. 2 abril 2017. Justo Rodriguez

Un futuro gris

Álvaro Robredo militó seis años como profesional. Y mirando más atrás, emerge la figura de Javier Pascual (Alfaro, 30 de marzo de 1971), profesional entre 1995 y 2005 con varias vueltas en su palmarés como Murcia y Andalucía –fue acusado de dar positivo por EPO en el Tour de Francia de 2003*-. En la ronda gala consiguió las victoria por equipos en 2000 y 2001.

En la actualidad, no parece fácil que vuelvan a coincidir tantas figuras. La falta de estímulos, la pérdida de pruebas regionales de referencia y la escasez de deportistas han puesto en jaque una de las modalidades deportivas con más tradición en La Rioja: “Mientras que no haya algún club que se dedique a sacar escuelas y moverse, hay poco que hacer. No vemos salida y no es algo que nos consuele, pero no solamente pasa aquí”.

Ruiz pone como ejemplo el caso navarro: “Antes teníamos que pedir permiso para participar allí y corrían doscientos corredores. Ahora son cuarenta, aunque es más fácil siempre con 2.000 licencias que con seiscientas”. La dinámica es descendente, tanto en la Comunidad Foral como en las demás regiones (Aragón, País Vasco, Castilla y León). Sin equipos autóctonos y sin posibilidades en el entorno, el paso al profesionalismo se convierte en casi imposible. En definitiva, los focos ocasionales de la Vuelta Ciclista a España no pueden tapar un panorama lleno de oscuridad.

*Javier Pascual se ha puesto en contacto con NueveCuatroUno para aclarar que la acusación fue desestimada por un problema con el análisis de orina y presunta manipulación en las pruebas. Las cantidades de orina analizadas eran un dieciséis por ciento superiores a las depositadas por el corredor.

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