La Rioja

Sojuela vuelve a rememorar el duro trabajo de la elaboración del hielo

La gente de Sojuela se vuelca estos días para preparar su último fin de semana de enero. Como cada año, recuerdan cómo se elaboraba el hielo que se acumulaba en las Neveras de Sojuela. “Todo el pueblo arrima el hombro. Ayer estuvieron haciendo rosquillas para vender este domingo y aún siguen haciendo más”, cuenta Silvia San Miguel, concejala del pueblo.

Todos los años la recaudación se destina a alguna Entidad y este año es para FARO (Asociación riojana de familiares y amigos de niños con cáncer). Además, durante la jornada se preparan varias degustaciones, como la de patatas con chorizo, de la que se han repartido alrededor de 700 raciones.

Este domingo se ha celebrado la decimocuarta edición de esta tradicional fiesta en la que los habitantes del pueblo recuerdan cómo era aquel trabajo. A partir de ahí se decidió recuperar los pozos de Moncalvillo, con su particular subida para ver las neveras. Un sendero de una dificultad alta, y que este año ha reunido a unos 200 valientes, más que en años anteriores, debido en parte a que esta semana ha nevado y la mañana de este domingo ha sido soleada.

Prevenidos con sus palos de senderismo, botas y abrigados hasta las orejas, se preparaban para un gran paseo de dos horas y media de subida y dos horas y media de bajada con 700 metros de desnivel. “Es bonito ver aquello con la nieve, y, además, te produce mucha ilusión porque es la, como quien dice, primera quedada de montaña del año y después de las Navidades se nota”, me contaba Alfredo Uriarte, valiente participante, después de la caminata y tomando un chocolate caliente.

Para los menos aventureros, en el pueblo se ha podido disfrutar de las degustaciones de sorbete de helado hecho a mano, bizcocho y chocolate, así como de los talleres infantiles, la exposición de fotografía en el Ayuntamiento, los belenes de la Iglesia, la Casa de la Nieve, etc. Además, en el frontón, alrededor del mediodía, ha tenido lugar la representación de cómo se hacía el trabajo del llenado de las neveras y el transporte del hielo.

En 1547, sobre estas fechas, el Ayuntamiento de Logroño firmó con Sojuela un contrato para abastecer de hielo a Logroño. Anteriormente lo traían de Navarra. En el Moncalvillo hay cinco pozos de nieve. El proceso no era sencillo, en invierno acumulaban la nieve y la echaban dentro de la nevera, luego ponían una capa de helechos, otra capa de nieve y compactaban.

Posteriormente, hacia la primavera, con las temperaturas más cálidas, lo sacaban y abastecían a hospitales y lugares de la capital donde necesitaban hielo. “Las mujeres vestían con una manta abrigada sobre la espalda, falda negra y pañoleta en la cabeza. Como iban nuestras abuelas, lo que hemos visto en fotos o nos han contado.” explica Imma, vecina de Sojuela.

Parece mentira que actualmente, algo tan sencillo como es abrir la puerta de nuestro frigorífico y guardar cualquier alimento para su conservación, o conseguir hielo a través de nuestro congelador particular, haya sido un trabajo tan duro durante tantos años en la sierra riojana.

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