Agricultura

Fran Sáenz: “Antes de arrancar los olivos, decidimos sacarles provecho de una forma profesional”

Se encuentran en el punto de partida de un proyecto a largo plazo, pero su interés por adentrarse en el mundo del aceite ecológico les ha permitido abarcar un nicho de mercado “muy valorado en la región pero poco desarrollado”, tal como apunta Fran Sáenz, responsable de comunicación de la empresa Jose Sáenz. La compañía está dedicada, principalmente, a la fabricación y venta del calzado.

Hace cinco años, padre e hijo decidieron “diversificar la marca más allá del calzado”, ya que “lo ecológico estaba pegando fuerte y cada vez la gente estaba más concienciada en cuidar el medio ambiente”. Todo ello como una “ramificación” de la empresa, pero sin relegar la principal fuente de actividad que, desde 2004, trabaja en el mercado referente que se mueve en la ciudad del calzado.

“Mi padre tenía muchos olivos casi en desuso y, antes de arrancarlos, decidimos sacarles provecho de una forma profesional”, explica Sáenz. El proceso de reconversión a lo ecológico no fue tan sencillo. Cinco años tuvieron que pasar entre continuas analíticas del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Aceite de La Rioja que certificasen que sus olivos estaban libres de productos químicos.

Fran y José Sáenz, en las oficinas de la empresa arnedana.

El proceso concluyó el año pasado con un completo saneamiento de los 18.000 olivos que componen la empresa familiar y con el sello de ‘ecológico’ en las etiquetas de sus nuevos aceites. A partir de ahí, la recolección está “marcada por la agilidad, ya que la oliva debe ser trasladad directamente a la almazara una vez recogida, y con el fin de alcanzar la calidad frente a la cantidad”.

La extracción en frío es otra de las técnicas que emplean en Jose Saenz para obtener el aceite en temperatura ambiente y producir así un producto “denso, puro y natural”. En su segunda campaña aceitunera ecológica, y finalizada esta última hace una semana, Sáenz asegura que “los kilos recogidos han sido similares a pesar de que, en general, haya sido un año de escasa producción”.

La parte de la comercialización no les ha supuesto un problema gracias a la sinergias ya establecidas con los clientes en el marco del calzado: “Aprovechamos los contactos en este sector para ampliar mercado, teniendo también presentes a nuestros ’embajadores’ en el extranjero, quienes se han encargado de vender el aceite en el resto del mundo”.

En concreto, Sáenz estima que un cincuenta por ciento de lo producido es exportado al extranjero, mientras que de la otra mitad, la mayoría se distribuye en la región porque “es más fácil al tener ya a la clientela afianzada como pueden ser hoteles, restaurantes o tiendas gourmet locales”.

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