N-232

La carretera de la muerte en La Rioja: ocho vidas segadas en la N-232 este año

La N-232 se ha cobrado ocho vidas a su paso por La Rioja en lo que va de año

La tragedia tiene nombre en La Rioja: la N-232 es el gran punto negro de la región. Este martes, la primera noticia del día tenía a esta vía como protagonista y los peores pronósticos se han cumplido: una nueva muerte, esta vez, la de un joven de 31 años vecino de Autol. En esta ocasión, dos turismos se han visto implicados, resultando también herido otro varón de 38 años.

La trágica lista de este año comenzó el 18 de enero con la muerte de un vecino de Utebo, de 54 años, en un choque frontal en el kilómetro 347 de la N-232, perteneciente al término municipal de Rincón de Soto. En este accidente, otras cinco personas resultaron heridas.

La dinámica fatal continuaba una semana más tarde con el fallecimiento de dos vecinos de Quel, un hombre de 62 años y una mujer de 43. Ambos viajaban en un turismo que, en el punto kilométrico 375 de la N-232, entre los términos municipales de Ausejo y El Villar de Arnedo, se vio implicado en un accidente con un camión.

La ‘carretera de la muerte’ volvía a teñirse de luto el 30 de abril, tras la salida de vía de un joven calagurritano que circulaba por la N-232 a la altura de Rincón de Soto. El vehículo en el que viajaba se estrelló contra un paso de agua de hormigón y nada pudieron hacer los recursos de emergencias por salvar su vida.

Ya a finales de julio, un joven de 21 años, también vecino de Calahorra, fue la siguiente víctima, perdiendo la vida durante la madrugada a consecuencia del vuelco de su vehículo en el punto kilométrico 344,6, a la altura de Alfaro.

Pero no siempre son accidentes de circulación. En agosto, la carretera fue el escenario de un atropello que terminó con la vida de una mujer de 33 años. Vecina de Lérida, irrumpió en la calzada a la altura del kilométrico 392, en Agoncillo, y fue arrollada por una furgoneta.

Mediados de año y la N-232 ya ha truncado la vida de seis personas, de sus familiares y amigos. Pero la cosa no queda ahí. Octubre volvió a traer malas noticias. Un hombre de 45 años falleció tras la colisión de dos camiones y un turismo a la altura del cruce de Corera. Uno de los camiones se salió de la vía intentando esquivar al turismo y el otro colisionó con el coche, quedando atrapados en el mismo el conductor y otras dos ocupantes.

En total, a 17 de diciembre, ocho personas han dejado su vida en la mortal carretera que, como definen en su canción ‘Morirás en la N-232’ el grupo Cuarentena: “No tiene peaje (dicen), no cuesta dinero (mienten), porque el precio en vidas no cuenta para ellos”.

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Beatriz Zúñiga, jefa provincial de Tráfico, en declaraciones a la Cadena Ser, ha afirmado que “estamos muy preocupados por nuestras carreteras, por lo que ocurre y por las conductas del factor humano en la conducción”.

Zúñiga ha resaltado que, en lo que va de año, “llevamos quince fallecidos en vías interurbanas en La Rioja, cuando el 2018 lo finalizamos con seis. Además, de estos quince, ocho han sido en la N-232”.

La jefa provincial de Tráfico ha señalado como factor importante el exceso de confianza. “Muchos conductores recorren esta carretera todos los días, por lo que se confían y aumentan la velocidad, o no utilizan el cinturón de seguridad para trayectos cortos. Cosas que ya pensábamos teníamos superadas siguen siendo las causas principales de estos accidentes”.

Quizá, la medida de desviar los camiones ha implicado que “nos hayamos relajado. Vemos más espacio en la carretera, no hay tanta congestión de tráfico, corremos o nos tomamos una copa de más, sin ser conscientes de las consecuencias que podemos acarrear”.

Zúñiga ha pedido que la población se mentalice de que el coche es “un arma que puede matar, no solo a nosotros, sino a otros conductores que, por nuestra irresponsabilidad, pueden salir perjudicados”.

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