La Rioja

El dermatólogo riojano Íñigo Martínez de Espronceda recibe el ‘Bisturí de Platino’

Íñigo Martínez de Espronceda, junto con las doctoras Saioa Oscoz (izquierda) y Mª Eugenia Iglesias Zamora (derecha)

Dermatólogo, pero también cirujano. El riojano Íñigo Martínez de Espronceda ha sido galardonado con uno de los premios más apreciados dentro del ámbito de la dermatología, el ‘Bisturí de Platino’, por la Mejor Comunicación Libre en Cirugía Dermatológica.

El galardón, entregado durante la XXXII Reunión del Grupo Español de Dermato-Oncología y Cirugía de la Academia Española de Dermatología y Venereologia (AEDV) celebrada este fin de semana en Riojaforum, hace alusión a la charla que Martínez de Espronceda ofreció sobre la cirugía reconstructiva de la cobertura del labio.

El riojano explicó las técnicas más innovadoras a emplear tras extirpar un tumor en dicha zona, un trabajo realizado junto a cuatro expertos más. En este sentido, el médico quiere incidir en que “la cirugía dermatológica no solo se debe relacionar con la plástica, sino que también tiene una gran presencia en el ámbito oncológico, donde los dermatólogos cobran una gran importancia”.

Tras aprobar el examen para Médico Interno Residente (MIR), su interés por la dermatología quirúrgica le llevó a formarse en el Complejo Hospitalario de Navarra, donde ha estado al amparo de las instrucciones de la jefa de la Unidad Quirúrgica de Dermatología del hospital, María Eugenia Iglesias Zamora, a quien el riojano agradece sus enseñanzas.

En una profesión donde la tasa de desempleo no es un asunto que genere gran preocupación entre sus involucrados, su trabajo se caracteriza por la inestabilidad en cuanto a movilidad se refiere. En este sentido, Martínez de Espronceda afirma con “certeza” que la especialidad que ha elegido “tiene grandes salidas al ser la más demandada por el colectivo médico”.

Por su parte, considera que “la Atención Primaria puede ser la ocupación que más presión asistencial soporta”. Asimismo, el médico apunta que alcanzar a estabilidad laboral en un hospital público es “demasiado complicado y conlleva varios años”.

A escasos meses de terminar su periodo de formación, Martínez de Espronceda asegura que todavía le queda un tiempo en el hospital público navarro, para “seguir aprendiendo” en un lugar donde ha estado “tan a gusto”. Por el momento, la idea de volver a su comunidad está en el aire, aunque “siempre mantengo la puerta abierta”.

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