La Rioja

Las adicciones al juego online proliferan en La Rioja a la par de la inquietud familiar

La adicción al juego se encuentra en el medianil entre quienes defienden el libre derecho empresarial a instalar un establecimiento de juegos y aquellos para los que prevalece la salud pública sobre la recaudación tributaria. Ambas partes entran en conflicto y mientras, las casas de apuestas siguen publicitándose en los espacios horarios protegidos a los menores, induciendo así a la juventud a adentrarse en un mundo que cada vez prolifera más.

Desde la Asociación Riojana para la Atención a personas con problemas de Drogas (ARAD), también aplicada a otro tipo de adicciones, su presidente, José Luis Rabadán, achaca la carencia de una legislación acorde a la situación a la falta de voluntad de los gobiernos: “En enero, Hacienda anunció que la restricción publicitaria de estas prácticas iba a entrar en vigor en verano; a principios de agosto comunicaron que estaban estudiando la prohibición, y ahora, en noviembre, informan de que no se tratará de una prohibición absoluta, sino de una limitación restrictiva. De ahí a lo que vayan a hacer…”.

A nivel estatal, por su parte, también abundan los movimientos de protesta ante la concentración de locales de juego en áreas con escasa capacidad adquisitiva y barrios multiculturales. “La Confederación de Apuestas de Juego, una parte interesada más del conflicto que manipula sus datos e informes, lo niega, pero los datos son oficiales”, incide Rabadán. “Al fin y al cabo, los salones se organizan con la complicidad de los poderes públicos porque es una forma más de recaudación en unas zonas donde escasea el dinero”, añade.

Fue en 1977 cuando se levantó la prohibición al juego en España (al que por entonces existía; es decir, casinos, bingos y máquinas tragaperras), a la vez que se publicaba un reglamento restrictivo para evitar publicitar este tipo de acciones. Más tarde, en 2011, se legalizó el juego online cuando Europa se percató de su efervescencia, pero en este caso no se acompañó a dicha ley de un reglamento publicitario adecuado. “Se legalizó una actividad ilegal pero no clandestina, porque ya los equipos de fútbol llevaban impresas en sus equipaciones los logos de las casas de apuestas más conocidas”, apunta el presidente de ARAD.

Así, la juventud se ha convertido en un atractivo evidente para estos espacios. Por ello, desde la asociación organizan este jueves una jornada de formación con el título ‘Novedades en el juego de azar: nuestros jóvenes las conocen…, pero no sus consecuencias’ en el Centro Cultural Ibercaja desde la 9 de la mañana. “Un estudio de la Universidad de Galicia realizado a 7.000 personas concluyó que al 80 por ciento no les habían pedido el D.N.I. al entrar a un salón de juegos. Además, en los bares que ya cuentan con máquinas de Reta o Sportium tampoco se controla quiénes juegan, aunque sería fácil si usaran el D.N.I. electrónico, pero no quieren”, sentencia.

De las dieciocho personas atendidas en ARAD por adicciones al juego, doce de ellas son por juegos tradicionales, mientras que el resto proceden del juego online, aunque “cada vez son más”, destaca el presidente. Además, atienden a doce familias con hijos adictos al juego online, aspecto que también genera gran inquietud entre los padres. “Les explicamos las limitaciones, qué pueden hacer,… Pero sobre todo que conozcan las medidas de control, como mancomunar las cuentas bancarias para que no puedan extraer dinero solos o inscribirse en el registro de prohibidos de los propios locales, aunque en este caso hay muchas veces que ni los miran”, señala.

La prevención en este tipo de adicciones es necesaria, pero “la regulación de las políticas del juego es fundamental en los tres aspectos: publicidad en los horarios protegidos, oportunidad de jugar (disponibilidad de salones de juegos) y las características del juego (prohibir las apuestas en caliente)”, apunta Rabadán. Así, concluye: “La prevención del juego excesivo es incompatible con la prevención excesiva del juego”.

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