Cultura y Sociedad

La coctelera riojana de Charlie Rivel, Marcel Marceau y Charles Chaplin

La edición número 40 del Festival de Teatro de Logroño se inaugura este viernes por todo lo alto con un espectáculo de flamenco y clown creado por el logroñés Alfredo Tobía. Una representación muy ecléctica, reflexiva, positiva, festiva y muchos más adjetivos acabados en -iva, pero, sobre todo, una función que reivindica la capacidad de reír o no reír, de “tomarnos la vida a chufla”.

Antes de sumergirse en este carnaval de emociones, conviene saber que ‘la chufla’ era un cante, toque y baile de carácter desenfadado y burlesco de principios del siglo XX. Y todo esto, traído hasta casi el año 2020, se traduce en el clown y el flamenco, dos expresiones artísticas tragicómicas y aparentemente dispares que “se unen creando una simbiosis espectacular”, como cuenta Tobía.

El creador logroñés explica que “es como meter en una coctelera al gran payaso Charlie Rivel, con su silla flamenca, a Marcel Marceau bailando por bulerías ‘Payaso’ de Bambino, o al irrepetible Charles Chaplin con la cantaora gitana La Paquera de Jerez, o Lola Flores”.

En el escenario, ocho profesionales del clown y el flamenco: “Damos guerra como si fuéramos treinta con nuestros bailes de máscaras, o nuestras batallas de gallos, haciendo un repaso de todos los tópicos utópicos”.

“Una reflexión de la elección que todos tenemos de reír o no, de liberarnos de esa incapacidad que tenemos de vivir la vida tomándonosla a chufla, soltando todos esos condicionantes que nos frenan”, añade.

En definitiva, una obra reflexiva y divertida a la vez porque “si mezclas el llanto con la risa siempre es más evocador, aunque siempre tiene que perdurar la risa por encima de todo. Un espectáculo tremendamente positivo en el que cuando sales hay un antes y un después”, destaca Tobías.

‘Chufla’ es la perfecta simbiosis que mezcla el quejío con la carcajada, la bulería con la alegría, el tacón con el tropezón, y el compás con el bofetón.

Subir