“Esta semana, paseando con mi padre por los alrededores de la gasolinera de Las Gaunas, quiso ir a Espacios Verdes a comprar una plantita para mi madre y hacia allí nos dirigimos por la acera que rodea dicha gasolinera, pero, al llegar a la esquina con el camino viejo de Alberite, nos tuvimos que dar la vuelta ya que no podíamos pasar”.
Es el relato que ha trasladado una vecina de Logroño al Sereno, en el que le detalla que su padre lleva una silla de ruedas eléctrica y no puede bajar escalones. “En ese punto, la acera no está rebajada, luego no puede cruzar pero tampoco puede seguir hacia el camino, ya que en mitad de la acera, de por sí muy estrecha, hay una torreta que estrecha muchísimo el paso peatonal. Tanto, que no pudimos pasar, porque la anchura de la silla de mi padre es mayor que la distancia que queda de paso”, indica.
Al poco espacio que queda libre en la acera se suma “la velocidad a la que van algunos coches en ese punto, a pesar de la limitación existente”, por lo que “ante el miedo de que fuera por la carretera, decidimos dar media vuelta”. “No sé si es competencia del Ayuntamiento, de Fomento o de quién, pero habida cuenta de las residencias de mayores que hay por esa zona no me explico cómo tienen esto así todavía”, concluye.
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