Ábalos celebra su jornada de puertas abiertas el primer fin de semana de septiembre. Un día en el que todas las bodegas de la localidad se descubren y descubren sus vinos a todos los visitantes. A lo largo del día se llevan a cabo diferentes actividades (visitas a las bodegas, degustaciones, catas y exposiciones de fotografías y vídeos), todas ellas relacionas con el mundo del vino.
Todo esto no podría desarrollarse sin la Asociación de Mujeres de Ábalos. Hace veinticinco años, un grupo de mujeres de la localidad salió de sus casas, unió sus fuerzas y su capacidad de trabajo y se propuso dinamizar y dar a conocer el pueblo. “Hace años, cuando ibas a Logroño y preguntabas por Ábalos la gente no sabía situarlo en La Rioja. Está en Álava, ¿verdad?”, explica Pilar Fernández, bodeguera e integrante de la asociación.
Actualmente, de los 255 habitantes censados en Ábalos, 115 mujeres son integrantes de esta asociación que, además de encargarse cien por cien de la organización y gestión de la jornada de puertas abiertas, realizan actividades culturales como talleres, excursiones, cine o conciertos, “todo para generar vida en el pueblo y una dinámica de movimiento”.
Todo empezó hace 22 años cuando estas mujeres decidieron afrontar un nuevo reto. “Teníamos bodegas, pero también una iglesia con un retablo maravilloso, actualmente Monumento Nacional Artístico, unas casas solariegas con escudos y blasones de piedra impresionantes y un gran paisaje, ¿cómo no vamos a enseñarle esto al mundo?”.
Y así nació, en 1997, la iniciativa de la Jornada de Puertas Abiertas de las bodegas de Ábalos. Un proyecto pionero que puede presumir de ser el primer evento en La Rioja de estas características. “No queríamos que las bodegas salieran del pueblo sino que la gente entrara en ellas, pudiendo disfrutar de todos sus rincones e incluso pudieran hablar con los productores”.
El futuro de la asociación
Pilar Fernández tiene claro que las mujeres tienen una visión distinta del futuro de los municipios. “Ahora nos vemos fuertes y dispuestas a más”. Por ello, desde la asociación están intentando que las más pequeñas y jóvenes del pueblo se unan para que, poco a poco, cojan las riendas de Ábalos.
Este año, los más jóvenes han sido los encargados de pintar las calles, dibujando las rutas que guiaban hacia las bodegas, cada una con un color designado. “Desde la asociación vamos dejándoles hacer para que se involucren en la jornada y se sientan parte de esto. De esta forma no los perderemos”. Para no estar solas, de un tiempo a esta parte, la asociación se está abriendo a todos los públicos y muchos hombres del pueblo ya forman parte de ella.
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