La Rioja

Aparioja se anuda las zapatillas contra el abandono animal

Sansa es un mastín que nació en diciembre de 2017. La pequeña hembra tiene una malformación en su pata delantera derecha cuya operación costaría más de mil euros. Como centenares de perros en La Rioja, Sansa fue abandonada y ahora se ha convertido en el rostro que la Asociación Protectora de animales en La Rioja (Aparioja) utiliza para la organización de su primera carrera popular contra el abandono animal: “Hoy corremos contra el abandono, hoy corremos por Sansa”.

El evento tendrá lugar el 16 de junio, con salida desde el Espolón. El objetivo, además de concienciar a los logroñeses sobre el grave problema del abandono animal, es recaudar dinero para pagar la operación de la pequeña Sansa.

Existen tres modalidades diferentes en esta carrera popular (a la que hay que apuntarse con anterioridad): de 1,5 kilómetros (a las 12:00 de la mañana), de 4,5 kilómetros o de 9 kilómetros (a las 10:30). Cada persona puede participar ya sea corriendo, andando, acompañado por su perro o en solitario. Además de la carrera, también hay prevista una sesión de zumba (de 11:00 a 11:45), una función teatral (a las 12:30) y se animará el ambiente con música y un ‘speaker’.

El donativo es de 4 euros para los participantes de la carrera de 1,5 kilómetros y de 9 euros para los que se animen con las dos pruebas restantes.

Más de 30 años de ayuda a los animales

Desde 1986, la Asociación Protectora de Animales en La Rioja lleva realizando una gran labor de ayuda tanto a perros como gatos. Empezó su trayectoria bajo el nombre de ‘Amigos de los Animales’ para, más tarde (en 1996), bautizarse bajo su denominación actual.

En Logroño, cuenta con una pequeña tienda y sede en la que venden diferentes artículos para animales domésticos y, así, costear sus labores en la protectora. En este local, situado en la Calle Doctores Castroviejo, trabajan Chechu, Lucía y Maite, voluntarios de la Protectora, plenamente conscientes de la gran cantidad de animales que se abandonan en nuestra comunidad (actualmente, son más de cien perros los que viven en su refugio).

“Los refugios se llenan de animales por malas decisiones, por compras compulsivas”, indica Maite, a la par que Chechu y Lucía ahondan en la idea de lo importante que es hoy concienciar de que hay que adoptar animales y no comprarlos, acción por la que su Protectora está casi al completo.

Aparte de la tienda, la protectora organiza un mercadillo anual. “Hubo un tiempo en el que el Ayuntamiento sí que nos daba una subvención”, recuerda Maite. Ahora, sin embargo, es de estos mercadillos de dónde sacan la mayor parte de beneficios para Aparioja.

También organizan el llamado ‘salón de la adopción’. “Se coloca un stand en la Plaza del Mercado y llevamos algún perro del refugio, contamos su historia… Es una manera de que vean qué hacemos, cómo trabajamos”, cuenta Maite, añadiendo emocionada que también hacen juegos para los niños: “La verdad que interactúan muy bien, son como esponjitas”.

Además de la adopción de animales, Aparioja presenta el apadrinamiento como alternativa: “Imagina a una persona interesada en tener un animalito, pero que no puede por condiciones de tiempo o de su vivienda o trabajo; se le da la oportunidad de tener contacto con un perro, pasearlo, llevarlo a la casa… siempre y cuando, a la noche, vuelva al refugio”, explica Lucía.

Aparioja se dedica también a realizar charlas de concienciación en colegios siendo conscientes de cómo la inocencia y bondad de los más pequeños puede salvar la vida de animales que, como Sansa, han sido víctimas de las crueldades del ser humano.

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