Pablo Baena nos convida a meternos una pequeña ración de callos de buena mañana. Hay que coger fuerzas para las maratonianas jornadas de campaña electoral. Si el cementerio está lleno de valientes, nosotros no tardaremos en llegar. “Pon tres”. El lugar elegido para el almuerzo con NueveCuatroUno es un tanto peculiar, ya que no es un bar sino un supermercado: el Simply de la calle Calvo Sotelo. Lo explicamos y vemos qué tal marcha el candidato de Ciudadanos al Parlamento de La Rioja.
En 2013 y en 2014 estuvo viviendo en Guinea Ecuatorial. Elena -su pareja- y Pablo tenían una situación de inseguridad muy importante que les obligaba a ir a todos los sitios en coche y a vivir con vigilantes las 24 horas. “Era muy peligroso”. Cuando volvieron a España, querían volver a La Rioja aunque Baena tenía ofertas de trabajo en otros sitios. Recalaron en Logroño y se fueron a vivir al barrio de Lobete.
Querían poder salir de casa andando, comprar el pan a la vuelta de la esquina y hacer todo aquello que no habían podido hacer en África: “Puede parecer una tontería, pero cuando estás en un entorno de estos hay cosas básicas de las que no te das cuenta, pero allí ves que son importantes”. Y pone un ejemplo que le pasó en su primer regreso tras varios meses en África. Le ocurrió en la ducha.
“Me descubrí abriendo la boca debajo del agua y dije ‘ostras, qué sensación más buena’. Allí no podía hacerlo porque me exponía a coger fiebres tifoideas. Yo tuve tres veces y Elena tuvo malaria. Son cosas que te pasan al estar en estos entornos”, cuenta, al tiempo que incide en el caos que allí vivía: “Al aterrizar en Madrid y estar en Gran Vía, sentí paz y orden al ver todos los coches por el carril que tenían que ir, que la ciudad estaba ordenada… me chocó eso en una calle de las más caóticas que puede haber en España”.
– ¿Echa de menos África?
Cuando dicen que África engancha, es verdad. Todos los días me acuerdo del entorno tropical y la gente de allá. Tuve vivencias muy buenas y muy malas como que me pusieran una metralleta en la cabeza. En aquel momento, me tocó una persona corrupta, pero también he visto gorilas salvajes en libertad, elefantes en la selva…
– Si una persona corrupta en África o sus secuaces ya le han puesto una metralleta en la cabeza, con la corrupción de aquí lo tiene chupado.
Quizás eso es una de las cosas que me hicieron plantearme que en España había que hacer algo. Al final, no es tan distinto un comportamiento de allí con los de aquí. Los de España son menos evidentes.
– Decidió dar el paso de afiliarse a Ciudadanos desde Guinea. ¿Cómo fue el proceso?
Tenía un buen puesto de trabajo en una multinacional española para desarrollar un proyecto empresarial muy chulo, pero estando allí pensaba mucho en cuánta gente se había marchado de España por no encontrar oportunidades en su tierra. Estaba teniendo una aventura en África, pero veía cosas que en España también sucedían y no me gustaban. La política me había interesado siempre, pero no había militado en ningún partido. Empecé a conocer el movimiento de Ciudadanos a través de las noticias y decidí afiliarme.
– ¿Cómo fue su llegada a España y su entrada en el partido?
El proceso ha sido muy ilusionante. Lo primero que hice fue contactar con la agrupación y decir que estaba para echar una mano como han hecho otros compañeros. Empecé a meterme y una cosa llevó a la otra. En ese momento, no éramos mucha gente. Poco a poco, fuimos construyendo el partido con mucho esfuerzo. Cuatro años después, ahora la cosa es totalmente distinto con una estructura más consolidada y numerosos expertos.
– Todo apunta a que Ciudadanos puede estar en el próximo Gobierno de La Rioja. ¿Cómo lo afronta?
Con tranquilidad porque sé que mi candidatura es muy solvente con buenos currículos profesionales. Además, tenemos un montón de profesionales próximos al proyecto que podemos utilizarlos cuando llegue al momento para las responsabilidades que tendremos que asumir. Serán personas capacitadas y no amiguetes.
– ¿Cuál es la niña bonita de su programa?
El proyecto tiene tres pilares: reactivación económica (atraer empresas), regeneración (acabar con los chiringuitos) e igualdad entre los riojanos y con el resto de españoles. Me gustaría poner en marcha los planes que tenemos para atraer empresas e inversiones. Me apetece mucho.
– Sin entrar en lo que ha ocurrido en Andalucía, ¿estaría cómodo Pablo Baena pactando con Vox?
Por suerte, todo indica que Vox en La Rioja no va a tener ninguna capacidad de condicionar en la comunidad ni en ningún municipio.
– ¿Y si toca decidir entre papá y mamá? ¿PP o PSOE?
El PP debe responder a una pregunta que se están haciendo muchos riojanos. Dado el escenario que tenemos con el PP en caída libre y Ciudadanos en crecimiento, deben decir si va a apoyar una investidura de Ciudadanos en la comunidad y en los distintos municipios. Yo quiero liderar un Gobierno de centro. Por otro lado, también digo que no quiero un Gobierno de La Rioja del PSOE con los populistas para subirnos los impuestos. No lo quiero ni para mí ni para el resto de los riojanos.
– ¿Estaría dispuesto a negociar con el PSOE?
Yo lo que quiero es que se abra una negociación. Yo no sé si eso va a suceder. Estoy a la espera.
– ¿No hay cordón sanitario?
Vamos a llegar acuerdos con los partidos constitucionalistas buscando el centro y con un consenso amplio para liderar el Gobierno de La Rioja. El PP tiene que decir si nos apoyará en la investidura y el PSOE debe dejar claro qué piensa hacer.
Tras varias repreguntas, Baena nos deja claro que sólo hay dos opciones “viables” el próximo 26 de mayo para La Rioja:
1. Un proyecto liberal de consenso que mira hacia el futuro. Este estaría encabezado por Pablo Baena.
2. Un proyecto del PSOE que pacta con los populistas para subir los impuestos. Este estaría encabezado por Concha Andreu.
“Y eso tendrán que decidir los ciudadanos”. A terminar con los callos.
El almuerzo, a primera hora mañana, consistió en tres raciones de callos, un vino, un agua y una cerveza. En total, 12,90 euros.
