A veces no se valoran los derechos hasta que se pierden. Esme Garrido, de 51 años, perdió su opción de votar en 2010. Entonces un cambio de su calificación de su discapacidad le dejó fuera de las personas con derecho a ejercer el voto. Ahora, con la modificación de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General, puede volver a hacerlo tanto en las generales del 28 de abril, como en las locales y autonómicas de mayo. En términos absolutos de La Rioja esto se extiende a unas mil personas.
“Ahora lo estoy viviendo muy bien, porque todos somos iguales. No tiene nada que ver que seamos discapacitados para poder votar”, reconoce. Porque para ella estos nueve años viendo los comicios desde la barrera no han sido fáciles. “Se vive mal, porque parece que te dejan a un lado y eso no está bien”. Pero le viene una época de votar por partida doble, un aspecto que lo vive con especial entusiasmo. “Claro, porque hay que votar”.
Jorge, Daniel, Demetrio o Edu son otros de los que sonríen con todo esto y tienen ganas de trasmitirlo a los medios, a todo el mundo. Están felices por poder votar. Daniel es de los jóvenes, 28 años y sigue las noticias, aunque no le guste mucho la política. Si tiene que reivindicar algo se decanta porque se eliminen barreras arquitectónicas… “Que pongan más rampas para los que van en silla, que arreglen las aceras que algunas están mal…”. Él no tiene problemas de movilidad, pero está concienciado. “Sobre todo me interesa lo local, lo de La Rioja”. Como a la gran mayoría.
La citada Esme no tiene problemas en manifestar lo que les diría a los políticos si los tuviera delante: “Que sea todo más claro, para que lo entendamos todos, tanto las personas con discapacidad como sin ella. También les diría que somos todos iguales”.
Esme, en primer plano, una de las personas que recupera su derecho a votar.
Y es que no es sencillo para las personas con discapacidad intelectual entender todo el sistema electoral, cómo ejercer el voto en la ‘sábana’ del Senado o saber qué van a votar. Aunque para otras muchas personas, sin discapacidad intelectual, tampoco. Por ello, este miércoles Plena Inclusión La Rioja ha organizado en la Casa de los Periodistas un simulacro de voto.
En la actividad, en la que han participado más de 70 personas con discapacidad, lo primero ha sido poner las bases de todo lo que tiene que ver con las elecciones: cómo funciona el sistema de gobierno en España, los partidos políticos, el sistema electoral, cómo es el proceso de la votación y los requisitos a cumplir… En tales explicaciones han participado Javier Marca, presidente del Tribunal Superior de Justicia de La Rioja y ‘cómplice’ de Plena Inclusión; Vanesa Gordo, miembro de la Junta Directiva de la Asociación de la Prensa de La Rioja; y Raquel Asensio, abogada de la red de Juristas de Plena inclusión La Rioja.
Daniel, al que le preocupa lo local, ejerce su derecho a voto, en el simulacro de Plena Inclusión.
Tras ello, turno de preguntas. “¿Pero no hacen trampas al contar los votos?”, “¿Y pueden saber lo que votamos?” o “¿Va a votar usted, presidente (Marca), y a quién?”, han sido algunas de las cuestiones planteadas por los asistentes. Con la pertinente aclaración de que todo se cuenta rigurosamente, de que el voto es secreto y de que Javier Marca no le dice ni a su mujer a quién vota (con las consiguientes risas de todos los presentes), ha llegado el momento de llevar a la práctica el voto.
En un escenario de materiales y urnas oficiales, tal cómo se encontrarán el día 28, las decenas de asistentes han ejercido el simulacro a su derecho a votar. Alguno se ha dejado el DNI, otros no tenían claro el tema del Senado… Es decir, como el común de los mortales. Porque si algo se ha oído en este acto -al igual que reivindicar una adaptación cognitiva de los materiales- es que “todos somos iguales a la hora de votar y todos los votos cuentan”.
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