Tras cada animal recogido en la Asociación Protectora de Animales de La Rioja (APA Rioja) suele haber una historia singular, pero hay algunas especialmente llamativas. Esta es la de Terry. Tal como cuenta la propia Protectora en sus redes sociales, “es un perro muy mayor que ha vivido durante meses en la puerta de su casa porque le impedían la entrada a la misma”.
Todo comienza con la intervención de un persona que pasa varias veces por un pueblo y ve a un perro acostado en la puerta de una casa. “A la cuarta vez he parado y he llamado al timbre y me ha respondido una señora que el perro no es de nadie y que lleva meses vagando, que le despachan, pero siempre vuelve allí”, explica.
El siguiente paso fue avisar a la Protectora y que diese parte a la Guardia Civil para que identificasen al animal y poder avisar a su dueño. Sin embargo, tal como relata la persona, “no tenían unidad disponible en ese momento y me han pedido que les llamase más tarde”.
Entre tanto, dicho ciudadano intentó coger al perro y llevarlo al veterinario para pasarle el lector de chip, pero el perro le gruñía. Fue en ese momento, cuando solicitó ayuda a otras personas para meterlo en su coche, cuando varios viandantes le reconocieron que el perro era del dueño de la casa en la que estaba postrado. Lo que ocurre es que el amo es un señor muy mayor y la señora que cuida al anciano “no quiere al perro, no le deja entrar y no le da de comer y el perro lleva así sobreviviendo noche y día durante meses…”.
Pero el drama no se queda solo ahí: como la vivienda “está justo al lado de la carretera y ni siquiera hay acera, ha estado a punto de ser atropellado tres veces y dicen que es un milagro que esté aún vivo”.
Así que la figura de Terry era conocida por la gente de los alrededores pero “no tenían idea de que estaba abandonado a su suerte”. Y el anónimo que ha contado esta historia terminó su implicación con el animal llevándole comida, agua y un jersey para que se tumbara sobre él.
El resto del relato pasa a la Protectora, que finalmente lo ha recogido su refugio y le ha dado una nueva vida “gracias a esta ejemplar persona y su actuación”. “Le hemos preparado una caseta con una ‘cunita’ y sale lo justo de ella para recibir mimos y alimentarse”, cuentan desde APA Rioja.
A pesar de lo esperado, Terry no se ha mostrado en ningún momento agresivo y por eso se hace un llamamiento: “Queremos encontrarle un adoptante responsable para que viva su última etapa en un hogar donde se le cuide y mime como se merece, pero, mientras tanto, necesita un padrino o madrina que le saque de paseo y aprenda lo que significa ser querido”.
A veces, incluso en la recta final de la vida, se ve la luz… Terry la está viendo.
