La Rioja

La Navidad se hace eterna en el centro de Logroño y la calle Laurel

Los logroñeses son gente afortunada. Viven en una Navidad eterna. Época feliz, familiar, entrañable… quizás lo acusen sus estómagos si no salen de esa rueda de cenas interminable, pero varias de sus calles permanecen iluminadas fuera de la época navideña.

Pasear por la calle Portales un 13 de enero es similar a caminar por ella un 27 de diciembre. Lo mismo en la calle gastronómica más famosa del mundo, aunque sin los agobios de semanas atrás. Las luces siguen adornando las céntricas vías de la capital riojana y, ya que están, por qué no ponerlas. Todo sea por mantener el espíritu navideño entre habitantes de Logroño y visitantes.

Si no fuera porque han retirado el árbol gigante del Paseo del Espolón y el belén monumental de la plaza del Ayuntamiento, más de uno podría despistarse.

Subir