El Boletín Oficial del Estado ha publicado este lunes la declaración de impacto ambiental del proyecto de la línea eléctrica de alta tensión entre Haro y Alcocero de Mola, emitida por el Ministerio para la Transición Ecológica.
El documento señala que la instalación del trazado de la línea, y en especial los apoyos necesarios para la misma, “supondrán una pérdida de calidad paisajística”. Asimismo, subraya que “a su salida de la subestación de Haro la línea discurre por una importante zona de uso turístico, lo que implica que el impacto paisajístico sea una variable fundamental al analizar el impacto del proyecto”.
Tras las alegaciones presentadas por distintas administraciones durante la fase de exposición pública, Red Eléctrica Española instalará el nuevo tendido mediante la técnica de la ‘compactación’ con la línea entre Miranda-Laguardia a partir de 2022. La declaración de impacto ambiental señala que la situación tras la actuación de la nueva línea “será similar a la actual en el entorno de Haro”, con un único tendido discurriendo por el sector.
Eso sí, matiza que “las torres serán de un tamaño algo mayor que las actuales y el número de cables mayor”. Respecto a la instalación de los apoyos, “se realizan movimientos de tierras en una superficie de unos 30 m de diámetro, en la que por el paso de la maquinaria se provoca la destrucción de la vegetación herbácea, arbustiva y arbórea presente y la compactación del suelo, alteraciones ambas recuperables mediante la roturación y resiembra de esta zona”.
