La Rioja

Moncalvillo, de la explosión de boletus en 2017 a la escasez de este otoño

No será un otoño memorable en lo referido a la micología en La Rioja, o al menos en los boletus edulis, habituales en estas fechas. Andan poco entusiasmados los seteros este año. Es una tendencia general en las distintas zonas de montaña donde en esta época los amantes de las setas despliegan su pericia. “Este año hay poco, no hay llovido cuando tenía que llover”, recalcan aficionados consultados.

Pero si esta parece la tónica mayoritaria en La Rioja, hay una zona especialmente sensible, la de Moncalvillo. Y es que si la temporada otoñal de 2017 fue, tal como la describen los seteros, “espectacular” este otoño se está viviendo lo contrario. “El curso pasado fue excepcional, en cuanto a abundancia, este año, quitando al principio de temporada unos días, en septiembre, apenas ha habido”, reconoce Fede, que frecuenta el entorno de Sojuela y que esta vez está saliendo menos de lo habitual al monte por falta de ejemplares.

La razón de dicha ausencia de los preciados boletus edulis hay que encontrarla en la climatología. “No se han dado las condiciones: se necesita humedad, temperatura y lluvia, y ha faltado agua en los momentos clave”, admite este aficionado.

Juanma, por su parte, que lleva tres décadas recorriéndose los montes riojanos, admite que “lo poco que he visto que se ha cogido es muy bueno, piezas muy bonitas”. Aunque, al igual que Fede, reconoce que en esta ocasión no se ha repetido la historia. “El año pasado hubo un golpe muy fuerte en Moncalvillo, donde más de la región, pero este octubre la poca lluvia ha caído fuera del ciclo de crecimiento, de las fases lunares”, precisa. “En la anterior luna, en septiembre, sí que hubo un brote de amanita caesarea, pero boletus pocos”, apunta.

Todo apunta a que la actual escasez se mantendrá en el tiempo. “Con el frío y nieves que vienen este fin de semana, lo más probable es que se corte el ciclo y apenas haya después”, reconocen Juanma y Fede.

Todo ello en un año en el que precisamente en las localidades del entorno de Moncalvillo habían comenzado a regular la recogida de setas y se han creado los cotos municipales, tras la campaña anterior que desembocó en numerosos excesos y falta de control. Pero, de momento, estamos ante un año en el que los boletus edulis, sobre todo para los no expertos en la zona, brillan por su ausencia y eso repercutirá en su precio. “Subirá, es lo previsible”, concluyen los seteros consultados.

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