El Camino de Santiago, que este miércoles (festividad del Apóstol) vive su día grande, no deja impasible a nadie. Quien lo hace habla de él como de una experiencia, sobre todo, vital: para unos unida a cuestiones religiosas y para otros simplemente a un reencuentro con uno mismo.
En muchos casos, como en el de Renán o Miguel Ángel la salida es en solitario, pero desde casi el primer momento nadie se siente en soledad, siempre hay alguien con quien encajar, con quien caminar, a quien marcar el paso o a quien seguírselo. Así es el Camino de Santiago, un peregrinaje con toques de turismo a pie, pero que misteriosamente mantiene todavía los matices que le han hecho perdurar más allá de los siglos.
Logroño es testigo de ese peregrinaje y darse un paseo por la Ruavieja deja cada día múltiples historias. De reposo en el Albergue Municipal de Logroño, Renán y Miguel Ángel atienden a este medio, mientras esperan su descanso junto a un grupo multicultural de jóvenes provenientes de España, Argentina, Austria, Canadá, Bélgica, Francia, Finlandia…
Un valenciano de 24 años, en su tercera experiencia: el Camino también es para jóvenes
Porque si algo demuestra esta visita al Albergue es que no hay edad para hacer el Camino de Santiago. Un buen ejemplo es el de Miguel Ángel, un valenciano de 24 años que cumple su tercera experiencia en el peregrinaje más famoso de Europa.
A su paso por Logroño, el joven, estudiante de Ingenería Eléctrica, explica lo que le mueve a hacer el Camino: “La primera vez que lo hice estaba en un momento complicado y me ayudó muchísimo. La gente cambia tanto, se abre, es como un intercambio de culturas, gran parte del tiempo hablaba en inglés”.
“Son muchos días, pero no te arrepientes, la gente es maravillosa, vives grandes momentos”, reconoce el valenciano. La primera experiencia fue con 21 años. Ahora, a sus 24 años recién estrenados, admite que muchos jóvenes andan buscando ‘su Camino’. También habla de sus sensaciones al paso por La Rioja: “Es algo distinto que no hemos visto antes, venimos de la montaña y vamos a la meseta, es la transición”.
Un abogado argentino descubre Europa a través del Camino de Santiago
Renán es un abogado de 35 años, natural de Tierra del Fuego (Argentina) la región más meridional del continente americano. El argentino ha pisado Europa por primera vez y lo ha hecho para recorrer el Camino de Santiago. En su parada en Logroño cuenta su experiencia vital en el archiconocido peregrinaje a Santiago.
“Me encontré con gente muy buena, espectacular, desde Saint Jean Pied de Port. No entiendo mucho los idiomas, pero esto es una comunidad, todos sabemos cuál es el objetivo y hacia dónde vamos”, reconoce y destaca el carácter español: “La gente es muy cálida, cada puerta a la que llamas te atiende alguien, si quieres agua, fruta o cómo lo llevas…”.
¿Por qué se ha venido entonces, por primera vez, a tierras europeas? “El objetivo es netamente una cuestión personal, espiritual, para desconectar de la rutina de la vida; reencontrarme otra vez con la cuestión de la fe; un cambio interno”, asegura.
Y, de momento, todo está cumpliéndose: “La gente increíble, los paisajes… El tiempo que llevo lo estoy pasando muy bien”, y concluye: “A todos nos guía el Camino”.
¡Buen Camino!
