La Rioja

“En La Rioja ha desaparecido el perfil del emprendedor por necesidad”

Marcar las pautas de tu destino profesional. Llevar las riendas de tu carrera. Echarte sobre las espaldas la responsabilidad de tu empresa. Son, para lo bueno y para lo malo, las condiciones a las que se enfrenta un emprendedor cuando decide iniciar un camino que nunca es sencillo si no se cuenta con el asesoramiento adecuado.

De eso se encarga la Obra Social de Ibercaja -en colaboración con la ADER- mediante el desarrollo del programa ‘EMPLEA-T Y EMPRENDE’ que, en los últimos cuatro años ha contribuido a la creación de 122 empresas en La Rioja que, a su vez, han generado en torno a 350 puestos de empleo directos.

“La esencia del programa es ayudar a cualquier persona que tenga un proyecto a la puesta en marcha de su empresa, independientemente de la fase en la que se encuentre”, señala José Antonio Ruiz, responsable de la inciativa, cuyo factor diferencial radica en que “todas las personas que le acompañan durante las fases del proyecto son otros emprendedores que ya han completado el proceso”.

De este modo, conocen de primera mano su experiencia, “lo que les ha ido bien, lo que les ha ido mal,; sus fracasos y sus éxitos”.

La metodología del programa consiste en la impartición de unas 30 horas de formación en grupo, tras la cual se realiza una selección individualizada de los mejores proyectos. A partir de ese momento, los participantes reciben entre 6 y 8 horas de asesoramiento individual y, además, pueden acceder a una financiación especial de Ibercaja Banco. Todo ello, sin ningún tipo de coste para los emprendedores.

El emprendimiento en La Rioja

“En el último año y medio hemos percibido un cambio en los perfiles de los emprendedores”, indica José Antonio Ruiz, quien recuerda que “años atrás era más elevada la edad de los participantes (la media se situaba entre los 38 y los 39 años) y el perfil era el del emprendedor por necesidad”, indica el responsable del programa, especificando que “era gente que no encontraba trabajo y veía el emprendimiento como una posibilidad para crearse un autoempleo”.

“Ahora en La Rioja vemos menos proyectos, los que hay son mejores y el emprendedor por necesidad ha desaparecido”, añade.

En nuestra región, los proyectos de emprendimiento se caracterizan por “una mayor incidencia en el ámbito tecnológico y, además, nos gusta especialmente que el porcentaje de hombres y mujeres que emprenden es del 50%, lo cual no es algo común en el resto de comunidades”.

Un programa para cada fase

José Antonio Ruiz explica que “trabajamos desde proyectos que están en la fase de idea (IDEA-T) a otros que han decidido dar el paso de emprender (INICIA-T) y les aportamos las claves para encauzar su proyecto. Siempre decimos que no garantizamos éxitos pero minimizamos fracasos”.

“Hay un tercer nivel (DESARROLLA-t) en el que les ayudamos a profesionalizar el proyecto; otro superior (ACELERA-T) que es exclusivo para proyectos de equipo en los que se aceleran proyectos durante tres meses con carácter intensivo y, por último, está CAPACITA-T, en el que trabajamos sobre la persona que lidera el proyecto y sus capacidades”, añade.

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