La Rioja

La calle Mayor suena en Stereo

Las mejores ideas suelen surgir siempre en los bares. La mente explora caminos que ni siquiera sabía que existían hasta la cuarta cerveza. Y otras veces, cuando se sueña despierto, terminan en uno de ellos. No precisamente bebiendo sino apilando cuatro cajas con un tablón para que las ganas de escuchar rock and roll tengan un lugar de reunión. Esta historia empieza en las piscinas de Cantabria, “cuando aún teníamos cuerpo para lucir”, pasa por la calle Sagasta y termina en Marqués de San Nicolás, ‘la Mayor’, sin que la música haya dejado de sonar.

Jorge, Juanjo y Alfredo. El orden de los factores no altera el producto. Ni siquiera el paso del tiempo. Y ya van quince años desde que el Stereo abrió sus puertas, esa idea que surgió de cuatro críos que sólo estaban tomando el sol, tirándose en bomba al agua y mirando de reojo a las chicas en bañador. Los dos primeros aguantan desde entonces y el tercero se unió un poco más tarde.

Sin poner una gran cantidad de dinero y con un objetivo claro, llegaron al número de 19 de la calle Sagasta: “Hemos abierto un bar con esta música. Si no funciona, lo cerramos”. Y ya está. Sin darle muchas más vueltas. Pero resulta que la cosa sí funcionó. Hasta se quedó pequeña (por tamaño y horario del local). Los Sonics sonaron por primera vez en Logroño (es posible que en La Rioja) y esa banda se convertiría en su compañera de viaje.

Cuando “cada bar era de una madre”, antes de que “todo se convirtiera en lo mismo”, los trastos del Stereo doblaron una esquina y caminaron apenas unos metros. Mudanza. La calle Marqués de San Nicolás, epicentro de la movida logroñesa, fue su nuevo emplazamiento: “Nos daba miedo pasar de 30 a 100 personas y no llegar”.

Hace casi un año, decidieron darle una nueva vuelta de tuerca al mismo local. Sin perder su esencia, claro. “No vamos a poner música comercial porque no es nuestro rollo. Traicionaríamos a la gente que viene habitualmente. Aquí no hay electrónica ni trap ni reguetón. Lo tenemos claro. Es un bar de rock and roll y no ponemos techno aunque esté de moda”. Se trata de una reforma con la que hacer más cómodo el lugar para el público y para trabajar.

Mejor sonido, más espacio, un escenario fijo… atrás quedan aquellos años en los que tenían hasta goteras y era imposible no salir chorreando de sus conciertos por el calor que se acumulaba: “Ahora lo vemos con nostalgia porque teníamos 15 años menos”. La reapertura del Stereo llega con la idea de hacer dos actividades semanales: un concierto el viernes noche y el domingo al vermú, sobre todo el segundo. La idea es también hacer presentaciones de libros, charlas, conferencias…

“O tener una banda guiri que lo peta entre semana porque es el único día que puede hacer parada en Logroño”. Mover el bar y la zona. “Los bares antes se limitaban a vender alcohol y ahora hay que atreverse a hacer cosas. Y no es poner WIFI precisamente”. Entre sus ‘nuevos’ objetivos: cuidar a los jóvenes. Ya hay algunos que son habituales y es su bar. “No tengo ni idea de lo que ponéis, pero es algo diferente”, les dicen.

Y entre su día a explotar: los viernes. Los sábados funcionan casi por pura inercia, pero no así el día anterior. “Hay que recuperar los viernes”. Y por eso, la música en directo, que la comparan con el cine cuando vas a ver una película que no conoces: “Si te gusta, vas a probar”.

En esa tesitura, con unos clientes y habituales del bar que “cada vez tienen más años”, siguen Jorge, Juanjo y Alfredo escribiendo páginas de un sueño que cumplieron hace tiempo. “Está más que sobrepasado y ahora es sólo mantenerlo. No nos imaginábamos esto ni lo que hemos conseguido. Sin ser pretenciosos, pero tenemos un nombre”. En concreto, Stereo. Y siguen en Marqués de San Nicolás, donde llegaron después de levantarse de las toallas de Cantabria.

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