Entrevista

Diego Ubis: “Si volviera atrás, le daría el Parlamento al PSOE”

Diego Ubis: “Si volviera atrás, le daría el Parlamento al PSOE”

Diego Ubis (Navarrete, 1977) aterrizó en la política riojana en el año 2015 como un completo desconocido, pero acabó siendo decisivo para formar gobierno. Tres años más tarde, tiene un despacho en el Parlamento donde cuelgan dos camisetas de España firmadas por Arbeloa, su amigo personal, y la portada del día siguiente a que Pedro Sanz anunciara su ‘retiro’ presidencial y pusiera fin a veinte años al frente del timón de la región.

En este tiempo, ha sido calificado como vicepresidente del Gobierno y como líder de la oposición. Ambas definiciones son válidas y están aceptadas, aunque ninguna de ellas tiene el cartel de oficial. Es lo que traen los cambios y los nuevos aires que nos mueven por terrenos indefinidos y desconocidos hasta la fecha.

– ¿Cómo se encuentra la situación política actualmente en La Rioja?

En Ciudadanos estamos bastante decepcionados porque creemos que se va a agotar la legislatura y muchos de los compromisos que adquirimos dependen de que el Partido Popular se mueva. Tienen un acuerdo de investidura en el que las grandes medidas que en él están contempladas siguen paralizadas. Creemos que hay una desidia y una falta de voluntad de emprender ciertas reformas. Muchas de ellas se paralizan y echan la culpa a los demás. Hace un año nos comprometimos a emprender reformas y se ha hecho poco o nada.

– ¿En qué estado están las relaciones entre el Gobierno y Ciudadanos?

– Ellos están enfadados porque nosotros hemos hecho pública la parálisis que vemos y estamos intentando terminar la legislatura con aquello que nos comprometimos. Las relaciones siempre son tensas porque cuando un partido político tiene que emprender reformas con las que en el fondo no están de acuerdo, por mucho que digan, o no están convencidos, se genera esta situación. Siempre comparo la situación con un elefante al que intentamos mover en muchos aspectos. El problema no es que cueste mover el elefante, sino que hace resistencia.

– ¿A qué se debe entonces que el PP considere cumplido un porcentaje muy alto del acuerdo?

Si lo centramos en algo concreto, por ejemplo en la reforma del Estatuto: si está dentro de una ponencia en el Parlamento no quiere decir que esté hecho, sino que está en un proceso que avanza, pero ahí nos echan la culpa a nosotros. Lo que pasa es que llegamos a una comisión a trabajar y todo son problemas, volvemos para atrás, se dan situaciones de bloqueo… lo que esperamos es que nos digan con qué se puede negociar y con qué no. Y además, sentar al resto de actores en la mesa para llegar a un entendimiento. Una negociación es buena cuando todos salen enfadados porque sienten que han perdido algo y esta tiene que ser la situación en la reforma del estatuto y otras grandes reformas como la de la ley electoral.

– ¿Cuál cree que es el tema más importante que debe abordar ahora la agenda política en La Rioja?

– Aunque parezca una obsesión personal: la ADER (Agencia de Desarrollo Económico de La Rioja). No es nuevo, ya dijimos en 2015 que hacía falta un nuevo modelo productivo en la región y un impulso empresarial distinto. A día de hoy ha cambiado poco o nada. El modelo blinda el clientelismo, que sigue siendo bueno para unos pocos, pero no sirve para mover a las empresas, la economía o avanzar en otros modelos productivos, una economía más digitalizada o una industria 4.0. Eso no se está haciendo desde la ADER. Se pone mucho dinero y no sirve para nada. La situación es peor cada día: perdemos empresas, tenemos peores datos que la media nacional, crecemos en empleo menos que el resto y, comparativamente, las regiones del entorno crecen más porque se ven favorecidas por las negociaciones económicas de cupos y se llevan más inversiones del Estado.

– ¿Que se personalizara desde el principio en la figura de Javier Ureña ha podido ser uno de los obstáculos para hacer los cambios?

Puede ser. Eso lo sacó el Gobierno porque nosotros dijimos que, lógicamente, si se necesita un cambio de rumbo, el capitán tiene que estar dispuesto a cambiar el rumbo. Y hemos visto que, pese a estar pidiéndolo durante tres años, no se ha producido. Creíamos necesario que el nuevo tiempo lo lidere una nueva persona. Lo que propusimos fue que un grupo de expertos propusiese el modelo que mejor se adapta a La Rioja de todos los que hay en Europa y en el mundo para que, a partir de ahí, se buscara un perfil que pusiera a funcionar ese nuevo modelo. Ese grupo de expertos tenía que estar funcionando desde abril y a día de hoy no sabemos nada.

– ¿Cree que se llevará finalmente a cabo?

Tengo esperanzas, pero sobre todo por La Rioja. No nos podemos permitir el lujo de quedarnos paralizados y ser inamovibles en este tema. Tenemos que dar esos pasos para que cuando empiece una nueva legislatura se apueste fuertemente por esto. Si no, acabaremos en 2019 en el mismo punto que en 2015 y La Rioja no se lo puede permitir. Soy optimista porque creo que el Gobierno se lo está creyendo porque los datos avalan que no funcionan. Hay sensación de que es necesario hacer algo con la ADER y emprender nuevas medidas.

– ¿Cómo estamos respecto al inicio de la legislatura?

Lógicamente, si tú te centras en datos como el paro, ves una reducción a lo largo de estos años, pero es ficticia porque perdemos población y hay muchas personas jóvenes que pueden dar un giro a la situación que están saliendo de La Rioja. El trabajo que se genera es más parcial y con cotizaciones mucho más bajas, por lo que la situación no es mucho mejor. El dato aislado te puede decir que estamos mejor, pero si lo amplías, vista la situación global, creo que no. Vemos más trabajadores pobres, a los que les cuesta llegar a final de mes, y pocas perspectivas para los jóvenes.

– ¿Y en el resto de ámbitos como las infraestructuras?

En infraestructuras, tiene mucho que ver lo servicial que se ha sido con el Gobierno central cuando ha sido de tu color. Vemos que en los últimos años, el dinero que ha venido a La Rioja ha sido muy escaso comparado con regiones limítrofes. Somos los grandes damnificados, quizás por el peso poblacional, pero tenemos una situación estratégica que hubiera hecho necesario ser más combativo demandando esas infraestructuras que nos hubieran hecho ser más competitivos.

Al ver que la situación se mantiene, como tenemos en el Estatuto de Autonomía un artículo que nos permite contrarrestar el efecto frontera, vamos a intentar que el Estado y el Gobierno lleguen a un acuerdo para saber en cuánto cuantifican eso. Ya no pido el dinero de atrás, sino que haya un compromiso de ejecutar el presupuesto de este año más ese dinero en obras o inversiones reales en la comunidad. Es poco dinero para el conjunto del Estado, pero a nosotros nos garantiza que vayamos avanzando en una dirección.

Desde 2010, que pedía el PP con el Gobierno de Zapatero 25 millones de euros por el efecto frontera. Pues imagina si 25 millones de euros hubieran venido cada año en inversiones reales: salidas de la autopista, duplicación de la N-232… tendríamos otra situación totalmente distinta. La variante del Villar de Arnedo lleva planificada desde el 2004 y no se ha movido una sola piedra. Somos los grandes perjudicados porque la competencia alrededor de nosotros es tan grande que se priorizan otras comunidades.

 

– ¿Y cómo está su relación con el presidente José Ignacio Ceniceros?

– Es cordial. El presidente tiene una labor institucional que es la que predomina en su agenda y tiene un equipo de consejeros que son los que están en el día a día en la gestión. Es con ellos con los que tenemos más relación y un diálogo más directo. El presidente tiene que coger las riendas del Gobierno y comprobar que todo funciona bien, pero en el día a día tenemos una relación más fluida con los consejeros.

– ¿Echa en falta algo más de cercanía con él?

– Es un hombre cercano. En la relación personal no tengo ningún pero que hacerle. En el día a día, tenemos que tratar con los titulares de las consejerías que son los que están en la política que se realiza al minuto.

– Les ofreció entrar en el Gobierno…

– Sí, desde el principio nos ha ofrecido entrar en el Gobierno y así nos lo ha repetido en las reuniones de seguimiento, que la puerta estaba abierta para entrar, pero hay que ser consecuente con lo que dices en campaña y dijimos que no íbamos a entrar en los gobiernos si no éramos la fuerza más votada y no lo fuimos. Lo único que exigimos fueron ciertas reformas a cambio de garantizar que La Rioja no se quedara paralizada.

– ¿Se arrepiente de no haberlo hecho?

– No. Creo que la situación es complicada con un PP que está más pendiente de sus líos internos que de regir ayuntamientos y Comunidad. Yo me alegro porque necesitábamos políticas valientes y políticas atrevidas y ganas de cambiar las cosas. En el PP, en el 2015 no estaba en ese momento y ahora tengo mis dudas.

– ¿Qué ha aprendido como partido en este tiempo?

– Hemos comprendido cómo funciona la Administración. Cuando vienes de fuera, ves que los procesos se dilatan mucho más en el tiempo. En parte, por los controles que hay y por mecanismos que están obsoletos, que se deberían cambiar. Cuando hay una excesiva burocratización, muchas veces no vas a la velocidad que quisieras ir, en lo personal y como partido.

– ¿Y a nivel personal?

– He cambiado como persona al tener una faceta pública que hasta ahora no tenía. He cambiado mi modo de vida: hábitos, costumbres… y esa exposición que antes no tenía es complicado de manejar, sobre todo por la parte familiar.

– ¿Cuál es el mayor logro que han conseguido?

– Conseguir bajar impuestos y que haya temas sociales que vayan para adelante, como la gratuidad de los libros de texto o el apoyo a los autónomos. Creo que el gran logro de Ciudadanos es que el esfuerzo que tuvo que hacer la clase media en nuestra región esté siendo recompensado. Al final, gente que estaba con el agua al cuello puede empezar ya a sacar el cuerpo porque la situación era muy complicada. El Gobierno no lo ponía fácil.

– Seguimos echando la vista atrás. ¿Qué decisión cambiaría?

– Darle el Parlamento al Partido Popular. Si volviese atrás, no haría presidenta a Ana Lourdes González.

– ¿Y a otra persona del PP?

– Por no personalizar, daría la Presidencia del Parlamento al PSOE. Creo que es bueno que el poder Legislativo, que es el que controla al Ejecutivo, tenga mayor dinamismo y dentro del mismo partido hemos visto que no es así.

– Sobre ese dinamismo en la Cámara, ¿qué se debe cambiar?

– El reglamento sigue siendo muy lento. Tiene periodos para presentar iniciativas que el mínimo son quince días y eso es totalmente ineficiente y se pierde mucho de la actualidad en muchos temas. Lo primero que se tiene que hacer son sesiones de control semanales. Quizás reducir los plenos a uno al mes para tramitar otro tipo de iniciativas, pero sí tener al Gobierno todas las semanas durante dos horas para interpelarlos sobre temas de actualidad y lo que sucede en el día a día riojano sin tener que esperar un mes.

– Eso exigiría una profesionalización del Parlamento y en ese debate sólo se escucha el aumento de sueldo de los diputados (1,7 millones de euros).

– Se ha explicado mal y se mezclan conceptos. En la aprobación del presupuesto del Parlamento, cuando nosotros quisimos incorporar una serie de medidas, el PP se negó a hablarlas y negociarlas. Hablamos de la contratación de personal para grupos en el Parlamento, un letrado y ver cuánto costaría la profesionalización de los diputados. Eso no es más que el Parlamento de La Rioja funcione como funcionan los demás y el que llegue aquí pueda decidir si se va a dedicar a esto o si va a venir a los plenos y las comisiones. Para nosotros es importante que el que venga y tenga que controlar a un gobierno, pueda realizar ese trabajo y eso no se está produciendo. Eso le ha interesado mucho al PP.

Cuando intentamos negociar todo eso, el PP se negó, así que metimos una cantidad en los presupuestos a la espera de hablar todo lo que hay que hablar: los sueldos, las incompatibilidades… y eso se quedó encima de la mesa. Nuestra convicción es que si tú quitas parte de las asignaciones que van a los grupos, las indemnizaciones que cobran los diputados por venir a plenos y comisiones y el dinero que sobra en el Parlamento (600.000 euros) año tras año porque no se ejecuta ninguna obra de mejora o ningún proyecto. Si sumamos todo eso, estamos seguros de que se puede asumir tener un Parlamento y unos diputados que se dediquen a esto y que se les retribuya por esa labor.

No podemos tener un Parlamento en el que alguien venga aquí después de dar clases o tenga que pedir permiso en su trabajo para salir. Tienes que estar conjugando muchos factores y eso hace que sea un Parlamento casi para pasar el rato, tiempos muertos o que cuando termines tu actividad principal, le puedas dedicar unas horas. Eso le resta efectividad.

– De todo lo que hemos hablado, si tuviera que elegir una medida de aquí al final de la legislatura, ¿cuál sería?

– La ADER, sin lugar a dudas. Las reformas fiscales están ya. Yo lo que quiero es que el modelo económico de La Rioja cambie y que podamos decir dentro de un año que estamos mejor.

– Y a un año vista, ¿cómo ve el panorama político en La Rioja para Ciudadanos? ¿Se han planteado si podrían gobernar?

– Nos presentaremos a las elecciones ilusionados y serán los riojanos los que tengan que darnos su confianza. Trabajamos todos los días para ello. Desde luego que si somos decisivos, a partir de 2019, entraremos en el Gobierno, pero nuestra aspiración es liderar un nuevo gobierno y ser una de las fuerzas más votadas. Yo aspiro a que no tengamos que decidir a quién va el gobierno sino que Ciudadanos lo lidere.

– ¿Será Diego Ubis el candidato?

– En Ciudadanos tenemos unas primarias en las que todo el mundo que lleve afiliado un mínimo de seis meses se puede presentar. Mi intención es volver a presentarme y tendré que pasar ese filtro de los afiliados. Lo voy a intentar, pero hasta entonces queda mucho y hay que someterse a un proceso democrático dentro del partido que será el que marque eso.

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