Agricultura

Temor en los agricultores del valle del Cidacos por la salinidad del agua de riego

Temor en los agricultores del valle del Cidacos por la salinidad del agua de riego

Los agricultores del valle del Cidacos han elevado una petición urgente al Gobierno de La Rioja instando a iniciar un expediente de responsabilidad medioambiental para revisar el proyecto de abastecimiento de agua del río en la zona. Una petición que ha sido desestimada, por lo que seguirá adelante el proyecto previsto para dotar de agua de boca a unos 70.000 habitantes de veinte municipios.

Los agricultores se habían opuesto al proyecto al calificar como “devastadoras” y “mortales” las posibles consecuencias que acarrearía para la agricultura local. Según argumentan, la toma de agua previa a Arnedillo aumentaría significativamente la salinidad de aquella destinada al riego, lo que provocaría “daños irreparables” para los cultivos, contraviniendo la Directiva Marco del Agua.

“El agua que viene de Enciso es de una calidad excepcional, pero después se mezcla con la de Arnedillo que tiene mucha salinidad”, explica Julián Arnedo, ingeniero agrónomo y gerente de Semillas Arnedo, en nombre de varias empresas agrícolas de la zona y de las asociaciones de agricultores de buena parte del valle.

El proyecto cogería el agua de aguas arriba del municipio y eso supone para los agricultores un serio problema. “Se nos queda el agua más salina. Estamos hablando de siete u ocho gramos por litro, que es una barbaridad”, explica Arnedo, y añade que “esa sal queda en el suelo y es imposible eliminarla porque aquí prácticamente no llueve y se va a ir depositando”. Así, asegura que “a medio y largo plazo es la muerte de los cultivos de la zona”.

Además, los agricultores advierten que el río Cidacos carece de la capacidad necesaria para satisfacer la demanda prevista en el proyecto. Esta situación se vería agravada por la pérdida de las concesiones actuales de abastecimiento de agua de los municipios que se beneficiarían de esta nueva infraestructura. Es decir, Calahorra o Alfaro, que ahora cogen su agua de boca del Ebro, “ya no podrían hacerlo desde ahí, sino desde el Cidacos”.

El respaldo a esta reclamación se fundamenta en un informe técnico elaborado por una ingeniería especializada, que pronostica que la salinización y sodificación resultantes afectarán al 60 por ciento de la superficie agraria del valle del Cidacos, alterando el equilibrio del ecosistema y conduciendo a una progresiva desertificación.

Ante esta problemática, los agricultores proponían limitar el suministro de agua desde el Cidacos únicamente a los municipios del propio valle y cambiar el punto de captación aguas abajo de Arnedillo, con el fin de diluir las sales presentes en los manantiales del río.

Mejoras para la agricultura y el abastecimiento. 

José María Infante, director general de Calidad Ambiental, Cambio Climático y Agua, ha salido al paso de los temores respecto al proyecto de abastecimiento de los municipios a través de las aguas de Enciso, destacando su viabilidad y beneficios tanto para el suministro de agua como para la agricultura en la región.

El proyecto, iniciado en 2002 y redactado en 2005, ha superado todas las evaluaciones ambientales y cuenta con el respaldo de la Confederación Hidrográfica del Ebro. Así, Infante subraya que se ha estudiado técnicamente lo que les demandaron los agricultores, resaltando el efecto laminador de la presa, que permite regular el flujo de agua a lo largo del año, beneficiando tanto a la disponibilidad de agua para uso humano como para la agricultura. Además, la presa mantendrá un caudal hidrológico constante de 2,4 hectómetros cúbicos, algo que el río Cidacos no experimenta en muchos meses sin la presencia de la misma.

El director general también ha enfatizado que el proyecto no solo beneficia el desarrollo de núcleos urbanos con problemas de agua sino que también tiene un impacto positivo en la agricultura local. Se espera que la presa proporcione un suministro más estable. “Hay meses del año en los que el agua que baja del Cidacos era exclusivamente la de las pozas de Arnedillo, por lo que la salinidad ha sido mayor aún de la que va a ser”.

Ante las dudas de los agricultores, Infante ha reiterado la solidez del proyecto y su importancia para la sostenibilidad hídrica y el desarrollo económico de la zona, destacando que se han considerado todos los aspectos ambientales y técnicos relevantes en su ejecución.

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