Una joven logroñesa ha denunciado este fin de semana una agresión sexual que le ocurrió frente a la Glorieta de Logroño, a las puertas de la discoteca Macao, el pasado sábado, acabando con un hematoma en la rodilla y otro en la palma de la mano derecha (pronóstico leve). En las observaciones del parte del Servicio Riojano de Salud (Seris), se señala que la causa estimada del accidente es la “agresión de un varón desconocido”, quien le habría tirado del pelo para hacerla caer al suelo.
La denunciante relata que un hombre bajito (alrededor del 1,60-1,65 metros de altura) estaba “mirándole el pecho descaradamente” en la puerta de la citada discoteca, a lo que esta le dijo “por favor, ¿podrías tener un poquito más de educación?”. La respuesta del varón fue un ‘¿what?’ en inglés, tras lo que introdujo su cabeza entre sus pechos, apoyando su frente, nariz y boca en el busto de la joven.
La reacción de esta logroñesa, continúa en su denuncia frente a la Policía, fue propinarle un tortazo, “al sentirse muy violenta” con la situación. El presunto agresor habría entonces comentado algo a la pareja de la joven, presente en el lugar de los hechos, a lo que este le contestó que a lo mejor se merecía el tortazo que acababa de recibir. A continuación, el denunciado le habría propinado un tortazo al joven, intentando continuar agrediendo a los allí presentes.
Al ver lo que estaba ocurriendo, la denunciante se habría metido entre ambos para impedir que este hombre siguiera pegando a su pareja, tras lo que habría sido agarrada del pelo y tirada “fuertemente” hacia el suelo para, posteriormente, propinarle un empujón cuya consecuencia fueron los golpes de la rodilla y la mano.
“Dada la rapidez de los hechos, se han metido varios amigos de la denunciante y los porteros, los cuales han evitado que el varón siguiera pegando a los allí presentes, pidiendo la joven a sus amigos que llamasen a la Policía”, añade la denuncia, por lo que se personó una patrulla de la Policía Local.
El presunto agresor habría aprovechado la hora de cierre y la aglomeración de gente que se da a esas horas para abandonar el lugar antes de que llegaran los agentes, quienes recabaron toda la información posible e identificaron a las personas que se encontraban en el lugar (salvo al presunto autor de los hechos). La joven se desplazó entonces por sus propios medios al centro de salud CARPA, donde fue atendida por el personal sanitario de su rodilla y su mano.
