La Rioja

La crecida del Ebro fue finalmente más tenue de lo previsto

El Ebro aprieta, pero no ahoga. La crecida, cuyo punto máximo se esperaba para la madrugada de este miércoles, ha sido finalmente más suave de la prevista por la Confederación Hidrográfica (CHE). Esas previsiones apuntaban a un caudal máximo por encima de los 900 metros cúbicos por segundo al filo de las dos de la madrugada en su paso por Logroño, pero a una hora más tarde ese registro quedó en ‘solo’ un volumen de agua de 783 m3/s.

No obstante, con un nivel máximo de 3,58 metros (también registrado a las 3h) se superaba durante seis horas (entre la medianoche y las 6h) el umbral de alerta fijado por la CHE en el cauce a su paso por Logroño, que es de tres metros y medio. Lo que sí se puede asegurar es que la situación de intranquilidad ya ha pasado, porque con el paso de las horas tanto el caudal como el nivel del Ebro se encuentran en situación decreciente. Al filo del mediodía, el río presenta un nivel sensiblemente superior a los tres metros (altura que marca el estado de ‘prealerta’) y el caudal ha bajado hasta los 659 m3/s, con previsión de que baje de los 500 a medianoche.

En el capítulo de incidencias, apenas hay que señalar unas filtraciones en el bar Rincón de Julio (a orillas del cauce), que ya se encuentran bajo control, según ha señalado el edil de Medio Ambiente en el Ayuntamiento de Logroño, Jesús Ruiz Tutor.

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