Su nombre aparece entre el de los concejales investigados por la jueza Rosa Esperanza Sánchez por votar a favor del Plan General Municipal (PGM) en el Ayuntamiento de Villamediana. Aquel sufragio le costó su pertenencia al PR+, que le expulsó de sus filas por romper la disciplina de voto, aunque mantuvo su escaño como independiente.
No fue lo más grave que le podía suceder, pues ahora la jueza le considera sospechoso de haber cometido un delito de prevaricación administrativa. En declaraciones a NueveCuatroUno, el exconcejal niega haber orientado su voto para favorecer al expresidente Sanz: “A mí la casa de un vecino, se llame Pedro o se llame Luis, no me influye para votar al favor de un Plan General”.
“Yo era concejal, no técnico”
Al contrario, García Royo señala que si votó a favor del PGM en 2013 fue porque la COTUR había dado el visto bueno al documento. “Todos los técnicos votaron favorablemente y yo no veía ningún motivo para no hacer lo mismo; yo era concejal, no era técnico”.
“Estábamos funcionando con normas subsidiarias y la COTUR nos dijo que hasta que no aprobáramos un PGM no nos iban a aceptar más remiendos”, explica, subrayando que “el Plan se aprobó porque estábamos atados de pies y manos”. Además, defiende el contenido del texto al señalar que “nadie lo había impugnado hasta este momento y está acorde a las peticiones mayoritarias de los ciudadanos; hicimos lo que teníamos que hacer”.
Antonio García Royo, por último, recuerda cómo vivió su expulsión del Partido Riojano por votar a favor del PGM: “Yo estaba trabajando para el Ayuntamiento, por aprobar el Plan, y el PR+ tenía otras pretensiones por estar él (Sanz) por medio”. “Lo lógico sería que si el partido tiene un problema con una persona vaya directamente a resolverlo, sin utilizarme a mí para ello”, concluye.
