La sequía está acabando con los cultivos en La Rioja. Los agricultores de la región temen perder cerca del 80% de la cosecha de cereal debido al aumento de temperaturas y que las lluvias continúan sin aparecer. El problema es que se ha restringido un 35% el agua disponible debido a lo bajos que están los embalses y los ríos, como el Ebro, se encuentran en mínimos históricos.
“En muchas zonas no se está perdiendo parte de la cosecha, se está perdiendo toda, va a ser imposible recogerlo”, relata Oscar Salazar, presidente UAGR La Rioja, en un reportaje de La Sexta, al tiempo que Pelayo Arnáiz, otro agricultor, señala que en parcelas como la suya ha bajado la producción de 6.000 a 1.500 kilos por hectárea.
El consejero Íñigo Nagore señalaba hace tres semanas que, de acuerdo con los datos de la serie histórica de los diez últimos años, “hablamos de unas precipitaciones acumuladas inferiores en un 30%, una situación que se ha agravado en el mes de abril por la falta de lluvia registrándose un 90% menos de precipitaciones de lo que suele ser habitual”.
La situación es más complicada en el caso de la ganadería, ya que “el sector viene arrastrando unos años un poco secos y, por tanto, les va a provocar un incremento en los costes de alimentación del ganado”, explicaba, poniendo el acento en que los agricultores no saben si van a tener disponibilidad de agua “porque es posible que se produzcan restricciones en los regadíos a la vista de las reservas de agua que tenemos en nuestros embalses”.
