Los mercados tradicionales nunca van a morir. Puede usted estar tranquilo. ¿Dónde harían entonces campaña los políticos? ¿En la calle a plena luz del día? Quita, quita. En grandes clásicos de ayer y de hoy, este martes ha tocado nuevo paseíllo electoral en Logroño. Si el día anterior era Pablo Casado el que se pegaba la caminata por fuera del Riojaforum para repasar los últimos apuntes del mitin con Ceniceros, Inés Arrimadas le recogía el testigo por el corazón de capital riojana para comprar peras de Rincón de Soto y alcachofas.
Cuando uno se hace famoso, no puede salir a la calle ni a hacer la compra tranquilo. Una nube de cámaras, plumillas y ciudadanos revolotea a tu alrededor para ver hasta cuánto dinero llevas en la cartera. La pobre Inés ha tenido hoy más presión en el puesto de frutas y verduras de Angelines que en su paseo por Vic. La plaza de Abastos de Logroño ha sido el lugar elegido por sus compañeros de Ciudadanos para que estrechara manos y recibiera varios gritos como “guapa” y “valiente”.
“La mujer más valiente de España”, como la calificó el candidato naranja Pablo Baena en su odisea logroñesa allá por el mes de abril, ha hecho este mediodía lo mismo que tres mujeres gallegas que se encontraban de paso por la ciudad: llevarse para casa productos de la huerta riojana.
Y entra tanta fruta y tanta verdura, una parada en la carnicería de los hermanos Alfredo y David Iturriaga. El primero fue concejal del PP en el Ayuntamiento de Logroño durante ocho años (2007-2015) y ha mantenido una animada charla con la diputada por Barcelona que deja los piropos de las abuelas a la altura del betún: “Es un auténtico placer conocerte. […] Te hemos visto aguantar. […] Que sepas que tienes miles de personas detrás que están contigo”.
La dinámica de la compra vegetariana se ha roto en el puesto de al lado, en la carnicería de Clara y Dani. El número tres en la lista de Julián San Martín al Ayuntamiento de Logroño, Ignacio Tricio, le ha regalado un chorizo y un salchichón que la buena de Inés ha dicho que se llevaba para coger fuerzas en la furgoneta. Le tocaba seguir su ruta de mercadillos y besos por el resto de la piel de toro. Antes, un vino en el Wine Fandango. Que no pare la caravana electoral.
