El Rioja

La sequía catalana obliga a la DO Cava a tomar medidas excepcionales

La DO Cava aumenta rendimientos y se abre a uvas no amparadas.

La crisis del vino llega a la DO Cava y no es precisamente por el exceso de producción. En esta denominación, especialmente en el territorio catalán, están sufriendo drásticamente los efectos de una sequía severa que ha mermado la cosecha en casi un 40 por ciento en los últimos tres años, así que las medidas no han tardado en llegar, más allá del ERTE que ha anunciado esta semana Freixenet para 615 trabajadores aludiendo a esa pérdida de producción.

El Ministerio de Agricultura ha dado luz verde a las propuestas planteadas por el Consejo Regulador de la DO Cava para hacer frente a esa falta de oferta ante la creciente demanda de los cava en el mercado y que solo tendrán validez para esta vendimia de 2024. Así, la denominación ha puesto en marcha una Provisión de Garantía Cualitativa para crear un fondo con reservas de vino base que se usará solo para cavas de guarda (no afecta a los Cavas de Guarda Superior).

Para este fondo se podrá utilizar hasta un 15 por ciento de uvas de aquellas viñas que, estando en territorio de Cava, no están inscritas en el registro de explotaciones vitícolas del Consejo Regulador y solo podrán ir a parar al territorio afectado por la sequía, principalmente Cataluña. Esta modificación de la norma ante un contexto excepcional fija directamente la mirada en uvas no amparadas en esta denominación, pero que sí estén en sus municipios de la denominación.

Cabe señalar que hay hasta 23 términos municipales en la DOCa Rioja amparados también en la DO Cava, en lo que se denomina como la subzona del Alto Ebro: Alesanco, Azofra, Briones, Casalarreina, Cihuri, Cordovín, Cuzcurrita de Rio Tirón, Fonzaleche, Grávalos, Haro, Hormilla, Hormilleja, Laguardia, Mendavia, Moreda de Álava, Nájera, Oyón, Sajazarra, San Asensio, Tirgo, Uruñuela, Viana y Villalba de Rioja.

En un contexto general en el que ‘sobra’ uva a nivel mundial, ¿podrían los viticultores en estos pueblos utilizar sus uvas de Rioja en 2024 para cava? La respuesta es que sí y no. Cabe recordar que la producción de las viñas inscritas en los registros del Consejo Regulador de Rioja ha de destinarse exclusivamente a la elaboración de vino amparado. Si las uvas no están inscritas en la DOCa, vía libre.

Por ello, las viñas amparadas quedarían automáticamente fuera de la DOCa y estos viticultores tendrían que volver a registrar sus viñedos en caso de querer utilizarlos para hacer vino de Rioja de nuevo. «Algo que sólo podrá llevarse a cabo tras un exhaustivo proceso de verificación llevado a cabo por los servicios técnicos del Consejo Regulador, que se asegurarán de que el viñedo en cuestión cumple y se ajusta a las condiciones y requisitos de la Denominación».

Los efectos de la sequía también ha provocado un aumento del precio de las uvas. De hecho, en la vendimia 2023, el grupo Raventós Codorniú revisó al alza – y antes de tiempo – los contratos con sus proveedores, con un aumento del 37 por ciento del precio de la uva para fijarlo entre los 0,67 céntimos y el euro por kilo.

Más producción

Otra de las medidas habilitadas en esta denominación de burbujas es el incremento de los rendimientos. Aquellas zonas que tienen capacidad para un mayor volumen de producción podrán pasar de los 12.000 kilos por hectárea establecidos como límite hasta ahora a los 15.000 kilos por hectárea como máximo, previa autorización del Consejo Regulador.

«El diferencial real y efectivo de rendimiento que sobrepase los 12.000 kilos por hectárea se considerará rendimiento de viñedo con destino a provisión de garantía cualitativa, potencialmente apta para Cava de guarda en las condiciones de constitución, uso y liberación que se establezcan por acuerdo del Consejo Regulador», indican desde el órgano.

También se permitirá destinar a la provisión de garantía cualitativa un rendimiento de extracción superior al 67 por ciento que como máximo podrá llegar hasta el 74 por ciento. Pero este no podrá ser destinado a DO CAVA sin la autorización y control previo de trazabilidad y calidad fijado por el Consejo Regulador, según los estrictos criterios analíticos y organolépticos fijados.

Muga es una de las pocas bodegas de Rioja que opera a su vez en Cava. Su director técnico, Isaac Muga, rechaza todas y cada una de estas medidas aprobadas porque, opina, «son meramente económicas y van en contra de la calidad».

A pesar que el Consejo Regulador de la DO Cava enfatiza que «se garantizarán las exigencias cualitativas, de cata y trazabilidad, desde el viñedo y las partidas, con un control desde el origen y a lo largo de todo el proceso», Muga considera que estas actuaciones demuestran que «en Cava vale cualquier cosa» y lamenta «que el Gobierno autorice eso».

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