Todos los ciclos se acaban y el caso de Aitor Larrazabal no es diferente. La SD Logroñés, ya descendida matemáticamente tras caer ante el Nàstic (2-1), recibe al Lugo este sábado (19:00, Las Gaunas), en lo que será el último partido del técnico vizcaíno ante la que ahora es su afición. Lo hace tras diecinueve encuentros, donde solo ha cosechado un triunfo, siete empates y hasta once derrotas. “Muy claro, el balance no es positivo, porque traducido en puntos y en el objetivo que el club buscaba cuando me contrató, que era intentar salvar la categoría, no se ha cumplido. Por ese lado, no puedo estar satisfecho”, ha reconocido el vizcaíno.
Un Larrazabal que ha apelado a la dignidad de sus jugadores: “Hay que competir y no podemos levantar los brazos solo porque no tengamos opciones. Hay que tener dignidad y no es fácil. Para ellos, probablemente no sea fácil, pero debo exigirles el mayor compromiso para las dos citas que quedan y eso es lo que hemos transmitido”. Después de bajar de categoría matemáticamente el pasado fin de semana, ha exigido que sus jugadores “den la cara” y compitan hasta el final. “Vamos a intentar, ahora sí, sin presión, hacer un buen partido para dignificar el escudo de alguna manera”, ha recalcado.
El pasado 30 de abril, el gerente Javier González afirmó que Larrazabal no continuaría en el club. Unos días después, Aitor afirmó que el gerente le había animado a seguir. Una versión matizada por Eduardo Guerra, presidente por la entidad, en los micrófonos de Radio Rioja. En dicha emisora, Guerra recalcó que González sondeó al técnico con la continuidad, pero que esta renovación nunca fue una opción real para la junta directiva. Preguntado por esta diferencia de opiniones, Larrazabal ha sido claro: “Lo que dije, y vuelvo a decirlo hoy (por este viernes), es que el gerente me animó a seguir. No sé si fue a nivel sondeo, en las conversaciones entre gerente y presidente no estoy delante, ahí no puedo entrar. Pero que me animó a seguir para la temporada que viene sí lo puedo decir y lo dije en su momento”.
El vasco, en sus propias palabras, no ha querido darle más importancia al tema y se centra, a pesar de todo, en buscar lo mejor de su equipo. Tendrá que hacerlo ante el Lugo, noveno clasificado, pero que ha quedado muy lejos del playoff de ascenso. “A veces, son partidos más entretenidos por no tener esa presión. Intentaremos competir y tener un poquito más de suerte y digo suerte con merecimiento; porque no es la suerte de a ver qué pasa, no. Es trabajar, nosotros hemos trabajado hasta el balón parado y por intentar ganar los partidos en base a tácticas y estrategias, por nosotros no va a quedar”, ha afirmado.
Dani Garrido, uno de los más talentosos, mueve la bola / Foto: SD Logroñés
La Sociedad buscará un triunfo para despedirse de su afición por esta temporada con dos bajas: Óscar Fernández está sancionado y Paredes está lesionado en el tobillo. El resto de jugadores estará disponible para un encuentro sin nada en juego. Ya ante el Fuenlabrada, hace dos semanas, se escucharon menosprecios y descalificaciones hacia el propio Aitor y sus jugadores. El vizcaíno ya sabe de qué va la película: “Va en la profesión, en el sueldo, a veces es mayor o menor, pero va en la profesión. Lo tengo asumido. No es agradable, sobre todo si viene tu familia un día, pero cuando el público también protesta, es porque no está a gusto con lo que está viendo”
“Hay que aguantar, porque cuando las cosas van bien, todo son loas. También va en la profesión, ahí no hay problema y la vida continúa también para el entrenador”, ha terminado Larrazabal, que se despedirá este sábado de la afición de la SDL.
