Cultura y Sociedad

Ferrer Lerín lamenta que no se lea más poesía en tiempos “de prisas y barritas energéticas”

El poeta y artista Francisco Ferrer Lerín ha lamentado este miércoles que la poesía no se lea más en esta época actual “de prisas y barritas energéticas”, quizás porque los lectores no están “programados” para este género literario o porque la palabra poesía tiene “resonancia arcaicas” que recuerdan a Rubén Darío o Ramón Campoamor.

Ferrer Lerín (Barcelona, 1942), quien también es filólogo, escritor y ornitólogo especializado en grandes rapaces necrófagas, interviene en la Logroño en las Jornadas de Poesía en Español ‘Verso 24’.

FOTO: EFE/ Raquel Manzanares.

En una rueda informativa, este autor ha reconocido que “a la gente le cuesta leer una novela de Javier Marías de 500 páginas”, mientras que un poema tiene mucha más fuerza al estar todo el mensaje “condensado” en varios versos. En su opinión, en España hay actualmente poetas “excelentes”, sobre todo mujeres y jóvenes “extraordinarias”, con un censo nacional de poetas vivos que supera los 1,27 millones de autores.  “Los lectores de poesía suelen ser poetas, si no, les cuesta mucho entrar en este género”, ha reflexionado este autor de 82 años.

Tras la publicación de su obra ‘Poesía reunida’ (2023), ha confesado que no va a escribir más versos, porque tiene la sensación de que “un poeta solo es capaz de escribir un poema a lo largo de su vida, lo demás son repeticiones y copias”.

Ornitólogo y no nacionalista

Ha recordado que dejó Barcelona en 1964, cuando se trasladó a Jaca (Huesca) como ornitólogo especialista del Centro Pirenaico de Biología Experimental para elaborar la primera lista de las aves pirenaicas y continúa allí asentado.

FOTO: EFE/ Raquel Manzanares.

“En los años 70, una cosa era Barcelona y otra Cataluña, que tiene una carga reaccionaria tremenda: es la verdadera ultraderecha y el supremacismo, por haber acuñado el nombre absolutamente peyorativo como es charnego para designar a los que no eran de allí”, ha criticado. En aquella época, ha relatado, los partidarios del separatismo apenas superaran el 17 por ciento de la población y ahora son más de la mitad.

Aunque trabaja con dos editoriales barcelonesas, intenta regresar a su casa en Jaca cada vez que tiene un viaje de trabajo, “porque cada comida o cena acababa como el rosario de la Aurora, se establecen dos bandos en cualquier momento y eso supone una situación incómoda para todos”.

Por ello, en su obra, ha evitado tratar el tema del nacionalismo catalán, que solo ha tocado “con cierta ironía o sarcasmo” en algún texto narrativo, en “tono burlesco”. Este autor ha defendido que “si se afrontase este problema con cierto humor, se podría descargar la tensión”. En sus intervenciones públicas en Barcelona siempre utiliza el castellano, porque sostiene que es el idioma que habla el 80 por ciento de la gente por la calle.

Artista y ecologista

Desde 1984 también ha realizado actividades en el mundo del arte contemporáneo y la semana pasada inauguró en el Centro Andaluz de las Letras de Jaén la exposición ‘Ferrer Lerín: artista total’.

En este ámbito, ha dicho que ha pretendido reflexionar sobre la relación entre el arte casual y su poesía, a través de la observación de objetos realizados por el hombre pero que no han sido colocados con intencionalidad artística y que producen “placer visual” al observador.

A lo largo de toda su vida, ha mantenido su militancia ecologista, aunque ha puntualizado que sus postulados iniciales estaban “equivocados”, como la defensa de las energías eólicas, que son “un contaminante paisajístico tremendo y la principal causa de mortandad de las aves”.

También ha criticado el impacto en el paisaje de las placas solares y ha defendido la energía nuclear, que “no es perjudicial para el medio ambiente”, aunque, en este caso, solo existe el problema de los residuos, que se pueden almacenar.

Subir