Entrevista

Fabio Jiménez: “Llego a Madrid cuando creo estar plenamente preparado para afrontar este compromiso”

FOTO: Eduardo del Campo.

El novillero con picadores Fabio Jiménez (Alfaro, 2003) se presenta este domingo en la plaza de toros de Las Ventas. Que, dicho de otra forma, es como pasar de jugar en campos de tierra a disputar la final de la Champions. Pero sucede que, en esto de los toros, lo de torear en Madrid no es un premio. Tampoco una experiencia y ni mucho menos un sueño. Todo lo contrario. Torear en Madrid son palabras mayores.

Vestirse de torero en una suite del Wellington es sinónimo de responsabilidad, trascendencia y consecuencias, a buen seguro, determinantes. Un todo o nada que Fabio Jiménez afronta con serenidad, calma y paz. En torero. Y con la tranquilidad y el aplomo que da la seguridad de saberse perfectamente preparado para demostrar en la primera plaza de toros del mundo que quiere ser torero.

– Fabio… ¡el domingo torea en Madrid! ¿Cómo ha sido la preparación durante este invierno?

– Prácticamente igual que todos los años: toreando mucho de salón y haciendo bastante campo. He podido torear algún toro en el campo y las sensaciones han sido muy positivas. Y sí, el domingo estamos en Madrid. Tengo muchas ganas de que llegue el día, pero, sobre todo, tengo la ilusión de poder mostrar el torero que soy.

– Un invierno en el que también ha habido cambio de apoderado.

– Sí, desde el pasado mes de noviembre José Blanco dirige mi carrera. Estamos muy ilusionados los dos; no ya solo por lo de este domingo, sino también por el proyecto que tenemos para esta temporada. Creo que José es la persona que puede permitirme que me abra paso en el toreo sin prisas y con calma.

– ¿Ha elegido usted el día para presentarse en Madrid o le ha venido impuesto?

– Voy a torear en Madrid cuando me ha apetecido a mí. He sido yo el que ha elegido la fecha, que es cuando creo que me encuentro preparado técnica y mentalmente para afrontar este compromiso. Además, se cumplen ahora dos años de mi debut con picadores y a lo largo de estas dos temporadas he conseguido dejar buen ambiente entre los aficionados.

– ¿Cómo se viven los días previos a un compromiso tan importante?

– De momento, muy tranquilo. Estoy entrenando, yendo al campo, siguiendo la rutina. Hombre, con los nervios lógicos, pero sin perder la calma y la tranquilidad que permiten torear como yo siento el toreo.

– Pero dicen que Madrid quita el sueño unas cuantas semanas antes de hacer allí el paseíllo.

– Depende de las personas. Estamos a viernes y he podido dormir hasta ahora bastante bien. Intentaré distraerme el sábado por la tarde yendo a los toros a Torres de la Alameda para ver torear a Rubén Sanz y Manuel Diosleguarde, que son dos toreros con lo que tengo una gran relación.

– Novillos de Toros de Brazuelas para Daniel Medina, último Zapato de Oro, usted y Tristán Barroso; la presentación de los tres novilleros en Madrid.

– El cartel es muy bonito e ilusionante para mí como torero y también para la afición. Los compañeros son dos grandes toreros y la ganadería, aunque no lidia de manera habitual, es de muchas garantías. Vi la novillada el martes y, aunque está muy cuajada, tiene unas hechuras perfectas para embestir.

FOTO: Pablo Barroso

– ¿Qué significa Madrid para un novillero?

– Madrid es una oportunidad y una ilusión. Es la plaza donde uno sueña torear desde pequeño, pero tampoco hay que obsesionarse ni con Madrid ni con ninguna otra plaza. El toreo es igual en todas las plazas y uno tiene que ir a torear como siente en todos los sitios. Pero sí, Madrid es la plaza que más da y también la que más quita. Es prácticamente el único sitio donde uno puede abrirse un hueco en la profesión.

– ¿Tan difícil está el camino para un novillero?

– No, tampoco es eso. A mí lo que me gusta es torear, pero tampoco me obsesiono con torear mucho ni en todos los sitios. Pero sí que un triunfo en Madrid te permite entrar en las ferias importantes, que es donde hay pocos puestos y muchos novilleros para ocuparlos. Intento no ser de los que se quejan de lo difícil que está el toreo porque, en realidad, cada uno tiene lo que se merece y está claro que los llantos no valen para nada. Aquí lo que vale es torear, que es lo más difícil.

– Se ponderan mucho sus formas toreras. ¿Qué persigue Fabio con ese concepto del toreo?

– Es verdad que noto una especie de runrún de que la gente tiene ganas de ver toreros de mi corte, que es clásico. Mi concepto del toreo es sobrevenido, que no elegido, y el que verdaderamente siento. Es una alegría enorme saber que a una gran parte de la afición le gusta ese tipo toreo.

– Pero no siempre surge ese toreo. ¿Hasta dónde uno es fiel a su forma de entender el toreo?

– El toreo bueno siempre tarda más porque uno intenta torear con los vuelos, reunirse con el toro y llevar al animal hasta muy atrás. Y hacer todo eso ligado, claro. Por eso se tarda mucho tiempo en que se haga ese torero; se requiere de calma para acoplarse con los toros y en coger confianza. Con esa forma de torear, la entrega siempre está presente y, si hay entrega, hay agradecimiento y reconocimiento por parte de la afición.

FOTO: Pablo Barroso

– ¿Quién será Fabio Jiménez el lunes?

– Seguiré siendo el mismo, pero ojalá tenga la seguridad de haber mostrado mi concepto del torero en Las Ventas. Aunque tampoco me quiero obsesionar con lo que pueda pasar el domingo porque la tensión y la presión son negativas para un torero. Pase lo que pase, el lunes seguiré trabajando como hasta ahora y tendré la misma ilusión por torear que tengo en estos momentos.

– ¿Queda muy lejos la alternativa de Fabio Jiménez?

– Ni lejos ni cerca; las cosas llegan cuando tienen que llegar. No se sí será a finales de esta temporada, a principios de la que viene o la a lo largo del próximo año. Sí que me gustaría que fuera en un sitio con ambiente y con dos figuras del toreo en el cartel, pero no tengo sitios fetiches. Es cierto que la alternativa es una fecha muy importante para un torero, pero no deja de ser una tarde más. Lo verdaderamente importante es lo que tenga que venir después de la alternativa.

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