Toda la tensión acumulada en el UD Logroñés-Tudelano ha estallado al final del partido. Ha sido en ese momento cuando varios jugadores y miembros de ambos equipos se han enzarzado en una trifulca en la que el colegiado Eduardo Rodríguez García ha expulsado a Sergio Gaya Martínez por “dirigirse hacia un espectador que había saltado desde la grada a la zona de banquillos y que posteriormente fue identificado como un jugador local, que no estaba convocado, de manera agresiva, sujetándolo por la ropa con ambas manos y empujándolo unos metros hacia atrás”. El futbolista, identificado por el asistente, es el blanquirrojo Enzo Facchín.
El colegiado ha señalado en el acta como iniciador de la tangana al propio Enzo, del que afirma que ha bajado desde la grada “por detrás de la zona del banquillo visitante”, dirigiéndose hacia un futbolista del Tudelano, con la siguiente expresión: “Sos tremendo bobo”. A partir de ahí, se ha producido un “enfrentamiento colectivo entre jugadores y técnicos de ambos equipos, teniendo que intervenir la seguridad privada del club local para separarlos”.
Gianluca Simeone, hijo del ‘Cholo’, ha buscado incidentes con varios futbolistas blanquirrojos en la segunda parte. Primero, ha golpeado a Kike Royo y ha visto amarilla por ello. Después, tras marcar el 2-1, ha buscado al meta logroñés con feas palabras y gestos ostensibles. Una actitud que ha calentado los ánimos de la grada y de los jugadores locales, llegando a su cenit después del tanto de Unai García (3-1), amonestado en la celebración por “cubrirse la cabeza con la camiseta”. En el mismo momento, Royo también ha visto amarilla, por “realizar gestos de provocación” hacia un jugador rival -(el propio Simeone)-. Esa ha sido la chispa que ha provocado el salto de Enzo hacia el campo y con él, la melé entre integrantes de ambos equipos y el enganchón con el técnico auxiliar del Tudelano.
La reacción de los técnicos
Por fortuna, varios integrantes blanquirrojos han acudido para poner calma. Entre ellos, Goti y el técnico Diego Martínez, quien ha expresado después del encuentro que “le había sorprendido” la situación, resaltando la gran cantidad de amigos que tiene en el Tudelano y asumiendo el incidente como “cosas del fútbol, que no deberían pasar a más”. Mientras tanto, el entrenador visitante ha pedido a sus jugadores que “en ciertos momentos, sean más profesionales”.
Así ha concluido un encuentro donde el colegiado ha recogido cinco amonestaciones para jugadores de cada equipo, ninguna de ellas en el mencionado incidente, que se ha quedado en esa expulsión del técnico. Para lo aparatoso que ha parecido el asunto por momentos, el trencilla se ha mostrado bastante comedido en su decisión final.
