La SD Logroñés visita a Unionistas (Reina Sofía, sábado 16:00), en un encuentro presidido por sus urgencias de conseguir un triunfo. Solo quedan nueve jornadas para el final de la competición y los blanquirrojos son penúltimos con 26 puntos, mientras la salvación se sitúa en los 30 que tiene el Tarazona. No es una distancia imposible de superar, pero el margen cada día se agota más. También para su técnico, un Aitor Larrazabal que solo ha ganado un encuentro de los doce que ha dirigido a los blanquirrojos. El vizcaíno reconoció en la previa que “no había recibido un ultimátum” por su banquillo, pero entiende que “en el fútbol hoy estás y mañana, no se sabe lo que puede pasar”.
Se refirió el vasco a las palabras del nuevo gerente Javier González, quien afirmó en su presentación que Larrazabal podría dejar de entrenar a la Sociedad en caso de derrota frente al Real Unión. Finalmente, el equipo empató a 1 ante los fronterizos y las sensaciones no fueron del todo malas. Salado adelantó a los riojanos en la primera parte y nada más comenzar la segunda, un grave error defensivo provocó el empate de los visitantes. Poco después, Escobar falló un mano a mano que pudo haber supuesto el 2-1 y para colmo, Paredes vio la cartulina roja en el minuto 55. Será la única baja segura, pues Manny ha recibido el alta médica.
Foto: SD Logroñés
Pese a tanto obstáculo, la Sociedad supo sufrir y gozó al final del encuentro de dos ocasiones para haber logrado el triunfo. Óscar Fernández disparó desde la frontal y el guardameta sacó una gran manopla para desviar a saque de esquina. Posteriormente, fue Murua quien remató fuera con la cabeza. Un par de oportunidades que bien pudieron cambiar el devenir del encuentro. No lo hicieron, así que al club le toca seguir remando y también al entrenador, que necesita resultados para afianzar una posición muy debilitada. No en vano, es el peor en cuanto a números de los tres que han ocupado el banquillo en esta campaña.
Larrazabal, el técnico con peores números
Fabregat cosechó 9 puntos de 21 durante las siete jornadas iniciales de liga que estuvo en su puesto. Le sustituyó Andrés García, quien logró tres triunfos, un empate y cinco derrotas. Es decir, 10 puntos de 27 posibles. Por último, el que llegó fue Aitor Larrazabal, que hasta la fecha contabiliza una única victoria (ante el Arenteiro), cuatro empates y siete derrotas. Por lo tanto, 7 puntos de 36 posibles, lo que se traduce en menos de un 20 por ciento de la recompensa puesta en juego. Hasta el momento, el vasco no ha dado con la tecla para que su equipo logre dos victorias seguidas y consiga así salir del pozo. Y el tiempo apremia.
Por lo tanto, lo que en otras temporadas, con los blanquirrojos más desahogados clasificatoriamente, sería una gran fiesta del fútbol popular; este año pasa a ser otra etapa de esta procesión. Nunca mejor dicho en Semana Santa. Un viacrucis donde los logroñeses acumulan demasiada penitencia y pasión. Demasiados palos y pocas zanahorias. Por eso y coincidiendo con el Sábado de Pasión, la Sociedad espera hacer honor a estas fechas y celebrar el Domingo de Resurrección con un triunfo que le haga creer en la permanencia. Por el contrario, una derrota podría acabar con la etapa de Larrazabal y acercar más el descenso a Segunda Federación.
Aunque la afición blanquirroja no esté para alegrías, en Salamanca se celebrará otro día de hermandad. Tal y como han indicado los locales en sus redes sociales, el sábado se celebrarán diversos actos en el campo de tiro de la localidad. A las 11:30 tendrá lugar
una mesa sobre fútbol popular, mientras que a las 12:30 habrá paella, DJ, hinchables y juegos para los más pequeños. A las 14:00, un sorteo a favor de la asociación AVIVA y por último, a las tres de la tarde, corteo conjunto hacia el estadio. Otro día de comunión entre dos hinchadas que comparten el mismo punto de vista en cuanto a su idea del fútbol.
La Fiesta del Fútbol Popular en la primera vuelta / Foto: SD Logroñés
No lo tendrá nada fácil la SD Logroñés ante un Unionistas bien situado clasificatoriamente. Los salmantinos son décimos, tienen 39 puntos y por tanto, observan la pelea por la permanencia desde una posición privilegiada. Su último encuentro se saldó con un triunfo frente al Nàstic de Tarragona (0-1), gracias al tanto de Mario Losada. Se trata de un equipo con buenos números en casa (23 puntos), a lo largo de la temporada, si bien sus dos últimos encuentros han concluido con derrota. Un Reina Sofía que vio a su equipo avanzar dos rondas de Copa, frente al Sporting de Gijón (2-0) y el Villarreal (1-1, en penaltis), para caer finalmente frente al Barcelona en octavos (1-3).
Dirigidos por Dani Ponz, los salmantinos no destacan en ataque (23), pero sí en defensa (23 recibidos). Cinco de sus nueve triunfos han llegado por la mínima, mientras que hasta doce encuentros han finalizado en tablas. Difícil buscar estrellas en un conjunto así, cuyos máximos goleadores, Slavy (4) y Héctor Nespral (3), manejan guarismos ciertamente discretos. En la fuerza del colectivo reside el peligro de un Unionistas bastante hábil en los espacios y que no concede demasiado.
Foto: Unionistas de Salamanca
Al igual que la SD Logroñés, los salmantinos son un club de accionariado popular, donde los propios socios gobiernan la entidad. Surgieron en 2013, como homenaje a la desaparecida UD Salamanca. Comenzaron desde las categorías más bajas y fueron encadenando ascensos hasta que, en 2018-19 llegaron a Segunda División B y posteriormente, en 2021-22, pasaron a una Primera Federación donde clasificaron séptimos en las dos últimas temporadas. Ambos clubes, hermanados, se han enfrentado en tres ocasiones hasta el momento: un triunfo para cada uno y un empate. El último precedente, un 0-1 a favor de los castellanoleoneses, en la primera vuelta.
