La Rioja

Susto de madrugada: “Había tanto humo que tuvimos que salir todos los vecinos a la calle”

“Gracias a que nos avisó la vecina que justo volvía a casa a esa hora, que si no podría haber pasado cualquier cosa”. Así concluye su relato Martín Díez, vecino del número 2 de la calle Torrecillas, un edificio de tan solo dos plantas ubicado en Varea, donde los problemas persisten por la presencia de puntos de venta de droga y el consiguiente consumo de la misma en espacios privados, situación que está afectando en el día a día de este barrio logroñés. Aun con el susto en el cuerpo, este vecino explica que “sobre la medianoche, nuestra vecina nos avisó de que había mucho humo por todo el tramo de escalares”.

Ante esta situación, desconcertados al no saber qué estaba ocurriendo, seis vecinos abandonaron sus viviendas para, ya desde la calle, ponerse a salvo y ver qué podía estar ocurriendo. “Nos dimos cuenta de que alguien había rociado con alcohol las plantas de plástico decorativas que tenemos en el interior de nuestro portal”. La combustión generó “una gran cantidad de humo. El susto fue tremendo”.

Solo cuando vieron de qué se trataba decidieron abrir todas las ventanas y puertas del edificio para ventilar la zona. “Nos pusimos en contacto con el 091 pero nos dijeron que no podían hacer nada por nosotros al no haber visto a nadie sospechoso”. Preocupados, “llamamos entonces al 092, que al menos sí se pasaron por aquí para ver qué había sucedido”.

Los efectos del humo, en la mañana de este sábado, son visibles en el edificio, “porque ha quedado como una especie de hollín impregnado por las paredes, consecuencia de todo el humo que se generó”. La preocupación ha aumentado si cabe un poco más entre los vecinos este edificio a partir de esta madrugada. Preocupación y hartazgo. “Sufrimos actos de vandalismo constantemente”. Y Martín Díez explica las razones de la degradación que está experimentando este barrio logroñés: “El consumo de droga”.

Es más, “llevábamos unas semanas de cierta tranquilidad, pero mira lo que ha pasado esta madrugada”. Explica que “el edificio tiene en la parte alta una zona común en la que aparecen de forma habitual los restos típicos del consumo de droga, como papel de aluminio, mecheros y suciedad”. Martín asegura que “queman las paredes con los mecheros porque se ve cómo la llama ha ensuciado la pintura existente”.

La respuesta que recibieron anoche fue “que pongamos cámaras de vigilancia, que poco más pueden hacer por nosotros”. Miedo, hartazgo y frustración entre los vecinos del número 2 de la calle Torrecillas de Varea, un edificio más, como el número 22 y 24 de la calle Cadena, que está sufriendo las consecuencias de la venta y consumo de droga en este barrio logroñés.

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