El Rioverde Clavijo ha dado este domingo otro paso hacia el descenso de la LEB Oro al perder por 78-81 ante el Alimerka Oviedo en un choque que, simplemente, los riojanos no supieron ganar cuando lo tenían cerca.
El conjunto de Logroño demostró en todos los sentidos porqué es el último de la categoría. Luchó, hizo un partido digno, remontó 14 puntos en contra y en la recta final se vio con 8 de ventaja. Pero ahí llegaron todos sus fantasmas.
Dejó de hacer bien lo que antes le había funcionado, en parte por algunas decisiones extrañas desde el banquillo (el choque terminó con un feo gesto de Jenaro Díaz a la grada). Comenzó a ponerse nervioso y a perder balones que antes no perdía; y no supo leer los ataques de un Oviedo que sí tuvo confianza parea meter los últimos tiros, con un triple a dos segundos del final que le dio el triunfo.
FOTO: CB Clavijo.
Fue un tripe ganador que resolvió un partido que antes tuvo mucha historia y en el que puso pasar de todo. No obstante, el Oviedo ya avisó durante todo el choque de su peligro exterior, con lo que era de prever que agotaría el partido con un triple y, quizás, ahí también fallaron los riojanos.
Esa jugada resume, en realidad, gran parte del choque entre un equipo que se sabía superior dentro de zona, el Clavijo, y otro empeñado en tirar de tres. Al final 45 puntos de los riojanos fueron de Kolo (20), Nicolau y Tamba, pero eso no fue suficiente ante los 13 triples de los asturianos.
El choque había empezado ya mal para los riojanos, negados en el tiro exterior y con malas decisiones en defensa ante los lanzadores asturianos, que se fueron al primer cuarto con 14-23 gracias a que sus tiros de tres empezaron a entrar.
FOTO: CB Clavijo.
Además iniciaron el segundo periodo con otro y se fue a un 14-26 con el que parecía cómodo y más cuando poco después llegó al 21-35; pero ahí empezó el Clavijo a tirar de casta, guiado por Tamba, y a tener más confianza en que Kolo era superior a sus defensores en la zona, y gracias a ellos, además de Txemi Urtasun, el equipo riojano consiguió llegar vivo al descanso (35-38).
Kolo se sentía hoy en su día y se animó incluso a tirar un triple para empatar a 38 en el inicio del tercer periodo; en sus mejores minutos el alemán propició las primera ventajas locales (48-43) y con otro triple el alemán además de uno de Knudsen el Clavijo logró su máxima renta (60-53) antes de llegar al final del periodo con uno más (61-53).
Era el momento de no perder el partido, pero para un equipo de mentalidad débil poco acostumbrado a ganar, diez minutos eran mucho. Además, todo falló.
El Oviedo siguió a lo suyo, sin querer entrar en la zona y aunque se vio todavía más atrás (62-53) no cambió de estrategia. Todo lo contrario que el Clavijo, que se puso nervioso por dos aciertos de su rival y pensó más en defender el tiro exterior que en hacer su partido. Díaz quitó del campo a Kolo y el Oviedo lo leyó a la perfección para regresar al partido y empatarlo a 73 con dos minutos y medio por jugar.
FOTO: CB Clavijo.
En ese tiempo los dos fallaron hasta que el conjunto ovetense se adelantó (73-75) a 1.09; Alberto Moreno empató a 52 segundos y el Oviedo, como no, recuperó el mando con un triple de Lobaco a 38 segundos; Knudsen fue capaz de igualar desde el triple a 78 con más de medio minuto por delante.
El Clavijo perdió el balón de forma inexplicable y aunque todo parecía abocado a la prórroga, otra mala defensa al lanzador -de un Clavijo que no tenía a Coffi por decisión técnica- dejó un metro a Lobaco que este no desperdició.
78.- Rioverde Clavijo (14+21+26+17): Moreno (11), Peñarroya (2), Txemi Urtasun (3), Nicolau (13), Tamba (12) -quinteto inicial- Alex Urtasun (3), De Pablo (6), Arbosa, Yasin Kolo (20) y Knudsen (8).
81.- Alimerka Oviedo (23+15+15+28): López (2), Chapela (2), Horton (9), Sanz (1), Martí (7) -quinteto inicial- Duskac (15), Josep Pérez ((), Stuckman (11), Elisias, Cosialls y Lobaco (26).
Parciales: 14-23, 35-38 (descanso), 61-53 y 78-81 (final).
Árbitros: Esteve, Munar y Fanes. Excluyeron por faltas al visitante Martí.
Incidencias: Alrededor de 1.200 aficionados en el Palacio de los Deportes de La Rioja.
