No es la primera vez que se habla de las obras del carril ciclo-peatonal de Villamediana a Logroño y tampoco será la última. Ya son varias quejas las que ha recibido el Sereno de NueveCuatroUno y aquí va otra más.
Este amable lector es consciente de que ya son muchas denuncias acumuladas en este periódico sobre las “innecesarias inconveniencias y la pésima gestión de las obras del carril ciclo-peatonal”. Y él se suma. “La coordinación de las obras está siendo nefasta, ahogando el polígono y desquiciando a los más de 20.000 vehículos diarios que hacen uso de esta vía. Sin embargo, más grave es aún el poco sentido y utilidad de la obra”.
Para este vecino, “si lo que se busca es la esencial conexión de las aceras logroñesas con Villamediana, la obra debería haberse abordado tal y como se hizo en Lardero: construyendo aceras paralelas a la vía principal, ya que suponen el itinerario más rápido, directo y práctico. El puente de la LR-250 sobre la autovía cuenta con acera, pero esta no tiene continuidad a lo largo de la calzada”.
“Sin embargo, el Ayuntamiento ha considerado más conveniente desfigurar una rotonda para llevar la acera a un polígono sin continuidad peatonal con una empinada cuesta que acaba en un puente que no da abasto para la circulación en ambos sentidos, viandantes y ciclistas, además de suponer un enorme desvío. La acera debería haberse mantenido paralela a la LR-250 como en Marianistas hasta la rotonda de entrada a Villamediana y dicha vía necesita urgentemente ser desdoblada ante el enorme tráfico que soporta”.
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