El jurado del juicio contra un hombre acusado de ser el presunto autor de asesinar a un anciano al envenenarle con un líquido desatascador ha empezado a deliberar este martes, después de recibir del presidente del tribunal las preguntas que componen el objeto del veredicto.
Así, a partir de ese momento, los miembros del jurado deberán decidir sobre la inocencia o culpabilidad de este hombre y responder a las preguntas que les ha hecho el tribunal para justificar su decisión.
En este juicio, que comenzó el pasado 4 de marzo, el fiscal pide 23 años de prisión para este hombre, un rumano de 46 años, al considerarle como el supuesto responsable de la muerte de un anciano de 82 años al que cuidaba y que le había designado como heredero a cambio de que le cuidara. La acusación pide la libre absolución, ya que sostiene que se trató de un suicidio del anciano.
El suceso ocurrió en la madrugada del 5 de agosto de 2020, cuando el acusado llamó a los servicios de emergencias porque el anciano al que cuidaba se había intoxicado con un líquido desatascador y hbía ingerido un medicamento para dormir.
Durante el juicio, se ha puesto de manifiesto que el anciano y el acusado cenaron juntos esa noche y éste se fue a dormir a su habitación, donde, según explicó en el juicio, se despertó sobresaltado por los ruidos que hacía el anciano, que murió poco después en el hospital. Los forenses han certificado que no existían signos de lucha y que los restos encontrados en un vaso eran del líquido desatascador.
Un grafólogo confirmó que una nota encontrada en el lugar había sido escrita por el anciano, en la que daba gracias al acusado por sus cuidados y reprochaba la falta de atención de su familia.
También declaró el notario con el que la víctima firmó su último testamento días antes de la muerte y afirmó que este hombre estaba en plenas facultades cuando testó a favor del acusado.
