Ni el Ayuntamiento de Villoslada de Cameros. Ni la Dirección General de Agricultura y Ganadería del gobierno anterior. Ni tampoco la anterior consejera de Agricultura. Francisco Sáenz lleva desde 2018 reclamando la rehabilitación del muro de contención del camino que da acceso a su explotación ganadera. Un camino estrecho y embreado que lleva también también al cementerio municipal de la localidad y por el que, asegura, pasa miedo cada día que tiene que atravesarlo. “Pero parece que nadie va a hacer nada hasta que pase algo de verdad”.
Una queja en la que se encuentra solo, ya que nadie más del pueblo reclama el arreglo de dicha vía. “Apenas hay actividad en este camino, más allá de que es por el que se llega al cementerio. Pero si no se queja nadie más es porque no le afecta, aunque esté mal hasta para pasar en coche. Yo no puedo ni pasar con el camión que nos trae el pienso, así que nos toca dejar la carga en el pueblo y llevarla en un dumper hasta la nave. Allí tenemos la tolva para poder echar le pienso a granel, pero está vacía. Todo esta actividad adicional encarece el coste porque tenemos que traer el pienso en sacos y esto cuesta cuatro pesetas más el kilo, por no hablar del coste de trabajo y de tiempo adicionales. Y lo mismo ocurre con la paja en verano, para lo que tenemos que echar mano del tractor y un remolque enganchado al coche, mientras que antes el camión venía hasta la puerta”, relata.
Fue un 25 de julio de 2018 cuando este ganadero solicitó al consistorio la reparación de dicho muro por estar en mal estado, a lo que el Ayuntamiento encargó un informe técnico que determinó que todo estaba en buenas condiciones. “Pedí al Ayuntamiento poder ver su informe, pero no me contestaron. Sí me dijeron que si no estaba conforme hiciera yo un informe, así que lo encargué por mi cuenta y el técnico que lo elaboró dice que ese muro no está bien, pues se observan grietas y hay peligro de que colapse”, apunta. Tres años antes recuerda que una grúa pasó por el camino para llevar unos nichos al cementerio “y no pasó nada de milagro, porque el muro estaba ya viejo y se hicieron una grietas que ahí se han quedado”.
Consultado por este periódico, el alcalde de Villoslada remarca que el informe elaborado por el técnico resultó favorable, además de las mejoras que se hicieron después en este camino. “Que tome las medidas que crea oportunas. Nosotros ya le enviamos el informe y contestó con un escrito de disconformidad”, sentencia Julio Elías.
Pero Francisco no se quedó ahí. “A ver que el Ayuntamiento no tenía voluntad”, se dirigió en septiembre de aquel año a las instituciones regionales. Escribió a la Consejería de Agricultura del Gobierno de entonces y no obtuvo respuesta, pidiendo también una reunión con su dirigente y sin recibir respuesta. “Dos años después, en agosto de 2020, me entero de que el Ayuntamiento ha recibido una subvención para arreglar el camino, pero tan solo un pequeño tramo del mismo, lo cual no soluciona el problema. Además, las obras se hicieron mal porque no se desmontó el muro antiguo para empezar a hacer bien la zapata de cimentación, sino que se pusieron las piedras directamente encima. Es decir, la actuación no se ejecutó acorde a lo que se había redactado en el proyecto del técnico municipal, el cual también dirigía dicha obra. Aquí vinieron dos personas en lugar de traer una máquina para hacer las cosas bien y lo que hicieron es maquillar el problema”. Hechos que también puso en conocimiento de la Dirección General de Desarrollo Rural, que era el órgano que había concedido la ayuda, “pero tampoco hubo respuesta, ni positiva ni negativa”.
Estampa actual del muro tras las últimas obras.
Este ganadero rechaza ponerse en contacto con el equipo del actual Gobierno regional, “porque aquí todo es política”. Así que directamente se ha dirigido a los juzgados para interponer un recurso contencioso-administrativo contra el Ayuntamiento de Villoslada. “No me gusta tener que recurrir a la justicia, ni tampoco a los medios de comunicación, pero no tengo más remedio porque nadie atiende mis demandas”.
