Tres de la madrugada de la noche del jueves al viernes. Aquí estoy en la cocina completamente desvelada porque me es imposible conciliar el sueño debido al ruido generado por los gritos, música y las cuadrillas que se instalan en mi calle, Herrerías, a beber todas las noches de jueves a sábado incluido.
Todas las semanas, sin excepción, nos toca sufrir actos vandálicos producidos por descerebrados. Esta noche, el protagonista de un grupo intentaba trepar por la tubería del edificio de enfrente que está vacío para llegar al balcón del primer piso. No sé si quería demostrar su masculinidad, certificar lo tonto que es o dar un disgusto de por vida a sus padres. Mientras, todos sus amigotes ilustrados lo jaleaban. Bueno, la semana pasada jugaban a baloncesto con los vasos hacia los balcones, otro a fútbol… así mil historias que les puedo contar.
Pero ahora viene lo peor. Y, para mí, lo más grave. Lo que realmente me preocupa y que dudo que puedan imaginar: tengo una hija de 10 años que no concilia el sueño desde hace tiempo y se despierta por las noches, muchas de ellas aterrorizada, porque no puede dormir del ruido y a veces piensa que están entrando a robar de los golpes tan fuertes que dan al portal del edificio con gritos, peleas, etc, de todos los salvajes incivilizados y de los tontos de turno que se dedican a llamar a los automáticos.
Ella lleva dos años sin poder dormir seguido como hace cualquier niña de su edad. Me gustaría que alguien pudiera ponerse en mi piel para sentir, aunque sea un poquito, la impotencia que siento como madre de no poder hacer nada, sabiendo que le va a generar un problema el día de mañana. Y esto no se lo puede curar un psicólogo mientras el alcalde y su equipo no lo corte de raíz.
Como yo, hay muchas familias que por vivir en el centro de Logroño tenemos que sufrir cosas que el que no vive en la zona no las puede ni imaginar. Hace dos años me gasté un pastizal en ventanas más insonorizadas de las que ya tenía y aún así pueden imaginar cómo tiene que ser para que yo esté aquí a las 3 de la mañana en vez de levantarme a las 6 como todos los días.
En esta ciudad se incumplen todas las normativas y lo peor de todo es que se consiente. ¿Por qué? Yo lo tengo muy claro.
Lo que sí sé es que somos el ejemplo de lo que no quieren llegar a ser el resto de comunidades. ¡Qué triste! Y lo que tengo claro es que a este ritmo superaremos a Magaluf.
*Puedes enviar tu ‘Carta al director’ a través del correo electrónico o al WhatsApp 602262881.
