Pilar Mazo.- La ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos LGTBI, conocida como ley trans, reconoce el derecho de la persona a cambiar de sexo en el registro a partir de los 16 años, pero “sería bueno revisarla para garantizar la protección del menor, que ha quedado desprotegido”.
Así lo ha explicado a EFE el especialista en psiquiatría y psicoterapeuta-analítico Arturo Ezquerro, quien pronuncia este martes una conferencia sobre ‘Identidades (trans) sexuales y confusión de lenguas’, organizada por el Colegio Oficial de Médicos de La Rioja.
Este riojano, quien desarrolla su carrera profesional en Londres como profesor en el Grupo Análisis, se ha referido a que las leyes trans europeas tienen de positivo, en general, la protección de los derechos de estas personas, que “han sido discriminadas e, incluso, a veces maltratadas”; pero en algunas se ha desprotegido al menor.
Hay menores, ha explicado, que se han sometido a intervenciones hormonales de bloqueo de su proceso natural de la pubertad o de darle hormonas correspondientes al sexo contrario y bastantes han sufrido “daños irreversibles”, dado que, “después, se han dado cuenta de que estaban en un error y han querido destransicionar (volver a su estado inicial) y no ha sido posible”.
Por ello, “hay que tener mucho cuidado, ser serios”, ha advertido este especialista, para quien los profesionales con conocimientos en el desarrollo, la endocrinología e, incluso, la salud mental pueden colaborar con políticos y jueces para que se garanticen los derechos de las personas trans y se proteja al menor.
Remar juntos
El momento actual, desde su punto de vista, es difícil porque con la regulación normativa en este ámbito “se ha querido ayudar a personas trans, que han sido maltratadas durante muchas décadas”; pero, en algunas de esas leyes, “se ha desprotegido a los menores” y cree que la española debe revisarse para garantizar la protección del menor.
Ezquerro ha defendido la necesaria inclusividad de las personas trans con las que no lo son en un mundo en el que “el tema de las identidades transexuales es muy controvertido” y ha considerado que los dos extremos -quienes las defienden y los que se oponen- “pueden escucharse y entenderse”.
Es importante alcanzar un equilibrio y “remar juntos, aunque se tengan ideas diferentes. Estamos todos en el mismo barco y tenemos que remar juntos”, ha afirmado.
Respecto a los jóvenes que tienen una ambigüedad anatómica y quieren reasignar su género o su sexo, es importante que “encuentren su sitio en la vida” y es “absolutamente legítimo apoyarles a que encuentren el género con el que realmente se identifican”, ha asegurado.
Ha considerado fundamental acompañar en el proceso a los menores que no tienen ninguna ambigüedad anatómica, que tienen un cuerpo masculino o femenino sin ambigüedad pero deciden que quieren ser del otro sexo o que no se sienten identificados con su género.
