Gastronomía

Arsa y su cocina “arreglá” pero “informal” ya tiene fecha de apertura

‘Arsa, quillo, arriquitaun’. Para uno del norte esto viene a significar que la fiesta está montada, y que las cantaoras llegadas desde Huelva han ‘retado’ a los gitanos de Triana en el bar Lola La Cacerola a una noche larga de cantes y tragos. Se sabe cómo se empieza, con unos finos y mucho compás, y se acaba con el duende rompiendo la madrugá a orillas del Guadalquivir desde la calle Betis de este barrio hispalense.

Es solo una expresión más del acento. Porque también se usa: “¡Arsa, pilili, Juan Pelotilla!”. O eso dicen en el restaurante Arsa, un nuevo espacio gastronómico en Logroño que ya tiene fecha para su apertura. Tras tres años de mucho trabajo y algún obstáculo que otro, Beatriz y Rodrigo acaban de anunciar que ya cogen reservas para el próximo 15 de marzo, día en el que un nuevo restaurante, ubicado en la calle Lardero, 7, pasará a formar parte de la realidad culinaria de Logroño.

Este matrimonio andaluz (Bea) – riojano (Rodri) son los creadores de Arsa, un restaurante que pretende ser un espacio para la gastronomía riojana. “Estrenamos chaquetillas, parrilla, cuchillos, cocteleras, cava de vinos, carro de quesos… ¡Y no podemos tener más ganas!”. Define este nuevo local como un espacio informal, donde tener “poca vergüenza” y “mucha alegría”. Aseguran que “Arsa es un restaurante hecho para reír en voz alta, traer a tus amigos y sentirte libre”.

En su carta se pueden leer tapas tan sugerentes como el preñaito de pringá, el tigrepur de mejillones, el cruasán de pecho de vaca, el salmorejo de naranja o la orejita frita de cochinillo. Entrantes, como la berenjena glaseada, los puerros confitados, la trucha madurada, o el paté de costra riojano-andaluz. Principales como el guiso de merluza, el rodaballo enterrinado frito, la ventresca de almadraba, el pato al mole riojano…; o postres como la primavera sevillana, tatín de tomate cherry, o fardelejo suflado.

Bea es de Sevilla. Rodrigo es de Logroño. Ella se formó en la Escuela Superior de Hostelería donde estudió la diplomatura de Pastelería y Repostería. Al mismo tiempo que estudiaba empezó a trabajar de cocinera en diferentes restaurantes y obradores de la ciudad, como Dmercao, Manu Jara o para el grupo ‘Tu hogar fuera de casa’. Un cambio de aires le llevó hasta a Nerua (1 estrella Michelin) en Bilbao y después de un periodo allí comenzó a trabajar en Zaranda (dos estrellas Michelin) de Mallorca, donde conoció a Rodrigo. Este chef riojano estudió cocina en la Escuela de Hosteleria de Santo Domingo y en Luiz Irizar en San Sebastian. Empezó a trabajar en sitios como El Portal de Echaurren en Ezcaray, Cambio de Tercio en Londres, Filandón y Lakasa en Madrid, o Trivio en Cuenca.

Durante estos tres años en las Baleares emplearon sus vacaciones en realizar periodos de formación en restaurantes emblemáticos como Casa Solla o El Celler de Can Roca. Decidieron mudarse a la Sevilla natal de Beatriz, en donde empezaron a trabajar como jefes de cocina de los restaurantes como Torres y García, y Tata Pila. Rodrigo estuvo allí durante cuatro años y Bea estuvo de chef ejecutiva en el Hotel Mercer (5ªGL) y posteriormente de encargada de I+D y chef ejecutiva en el grupo Ovejas Negras Company.

Ya en Logroño afrontan Arsa, un restaurante donde disfrutar, comer, beber y divertirse. “Una mezcla de Andalucía y La Rioja, de sus culturas pero de una forma completamente diferente a lo evidente”, explican. Este proyecto nacerá el 15 de marzo.

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