La celebración del carnaval y otras festividades tiene efectos terapéuticos en las personas mayores, tanto a nivel físico y funcional como psicológico, y así lo demuestran cientos de estudios y el día a día del Centro de Día Gonzalo de Berceo.
Los trabajadores del centro logroñés son los primeros que cada año animan a sus usuarios a que salgan a ver el desfile con sus familias, pero este año han ido más allá. “Nos encanta el Carnaval. Vemos que es un día de mucha alegría, sobre todo la que contagian los más peques. Y es que siempre lo asociamos a familias de niños con sus padres pero, ¿por qué no pueden cambiar las tornas y ser un día de mayores con sus hijos?”.
Elena García, directora del centro destaca que el carnaval puede ser una ocasión perfecta para llevar a cabo un intercambio generacional donde todos participen en comunidad y por eso este año, se plantearon la idea de participar en el desfile.
Dicho y hecho. Lo primero fue tantear qué trabajadores, familias y usuarios se apuntarían a esta aventura, y la convocatoria fue un éxito rotundo. “En el centro la vida es lo que se respira y los unos a los otros nos hemos contagiado mucha emoción por vivir unos Carnavales diferentes”, señala Elena.
Pero la participación no iba a pasar desapercibida. Si lo hacían, lo hacían bien, y crearon un equipo de coreografía y otro de escenografía para sacar adelante un desfile espectacular. Una vez montados los equipos tocaba trabajar con las familias y usuarios, alrededor de 60 participantes. “Creíamos que iba a haber más sentido del ridículo porque ellos no están acostumbrados a estas cosas, pero hicimos nuestro trabajo diciéndoles que la edad solo es un número y que iba a ser un día inolvidable”.
Con los mayores han ensayado varios días en las instalaciones del centro “para que no pasaran frío”, y el resto de la comparsa “llevamos desde noviembre reuniéndonos tres veces por semana para que salga todo perfecto”.
Y llegado el día el resultado no ha defraudado. La temática elegida viene como anillo al dedo y los disfraces y todo el atrezzo han dejado a más de uno con la boca abierta. La gran mayoría de los usuarios han desfilado en silla de ruedas “porque el recorrido es muy largo y se iban a cansar”, pero el adorno para las sillas era espectacular. 60 personas, cinco disfraces diferentes y cuatro coreografías. Todo, relacionado con la película Up. ¿qué más se puede pedir?
El objetivo estaba claro, divertirse, pero también transmitir que si los niños aportan su alegría y creatividad, también lo pueden hacer los mayores sumándole además la experiencia. “La idea principal es que el público entienda que entre todos formamos un equipo muy bonito. Todos podemos participar del Carnaval, y si lo hacemos juntos mucho mejor”.
Para las familias este sábado de Carnaval está siendo una jornada de muchos nervios pero también mucha felicidad. Precisamente, la hija de una usuaria gran dependiente del Centro de Día Gonzalo de Berceo con un gran deterioro cognitivo comentaba: “Mi madre no lo va a poder recordar, sin embargo yo no voy a olvidar este momento nunca”.
