La empresa Fal ha comenzado este martes con la demolición de dos de las naves que fueron pasto de las llamas el pasado 1 de diciembre. Aunque ya hace varios días que la empresa obtuvo del Ayuntamiento de Arnedo el permiso para comenzar con las obras de demolición, desde el Servicio de Salud Laboral se había considerado que la firma riojana tendría que esperar a recibir el informe con las mediciones de amianto para comenzar con los trabajos.
El principal escollo estaba en que las dos naves exentas de amianto podrían haberse visto contaminadas debido a las altas temperaturas alcanzadas en el incendio y que el deterioro hubiese aumentado su “friabilidad, incrementando también por ello su capacidad de liberar fibras al aire, con el consiguiente incremento del nivel de riesgo potencial asociado al amianto como agente cancerígeno”.
Aunque el Servicio de Salud Laboral consideraba que era “muy probable que estas últimas estuviesen también contaminadas con fibras de amianto”, los informes han dado negativos. El resultado de esas mediciones ha indicado que la carbonilla presente en las naves contiguas no alcanza unos parámetros de riesgo para el personal que esté expuesto durante el derribo, ni para otras personas, por lo que, finalmente, no es necesario que la empresa que lo acometa esté inscrita en el RERA (Registro de Empresas con Riesgo de Amianto) y los trabajos podían empezar.
De este modo, este martes ha comenzado el derribo de las naves contiguas. Está previsto que tenga una duración de unos dos meses, como indicó en su día la propia empresa. Y después, una empresa inscrita en el RERA realizaría el derribo de las dos naves más afectadas (y contaminadas con amianto).
