Las 24 pistas que completan la Estación de Esquí de Valdezcaray, junto con dos itinerarios más fuera de pista, todavía no han tenido la oportunidad de abrir al cien por cien en esta temporada 23/24. Desde que inauguró campaña el pasado 12 de enero con una jornada de puertas abiertas, apenas poco más de la mitad de las pistas han estado en funcionamiento, haciéndolo además solo durante ese primer fin de semana.
Lo que ha venido después ha sido una tímida temporada de esquí en Valdezcaray. Los dos últimos fines de semana solo se ha visto una lengua blanca que cubre, a duras penas, la pista de Principiantes. “Está aguantando como una campeona”, apunta el gerente de la estación, Carlos Pérez, pero aguanta también gracias a los cañones de nieve artificial que mantienen la esperanza de trabajadores y usuarios. Es prematuro hacer valoraciones sobre la presente temporada, pero el escenario es el que es, en La Rioja y en gran parte del territorio nacional dado el prolongado panorama meteorológico de sequía y altas temperaturas.
– El año pasado la estación se abrió un 20 de enero y cerró sus puertas el 19 de marzo. ¿Hay mejores expectativas para esta temporada?
– Es cierto que está siendo una temporada atípica, pero es algo que se produce de forma cíclica porque de vez en cuando ocurre que viene un año malo o muy mal y eso no quiere decir que todos los años vayan a ser así. En esta ocasión todavía es pronto para valorar cómo será el año, aunque las previsiones que tenemos a dos semanas no son buenas porque no dan ni frío ni nieve. Eso sí, esto puede cambiar en cualquier momento y febrero siempre es un mes que nos suele sorprender con nevadas. En principio, el cierre de temporada está programado para el 7 de abril, pero todo dependerá del tiempo porque puede haber un final de marzo bueno coincidiendo con la Semana Santa que este año es antes. En cuanto a visitantes, hasta la fecha llevamos registradas 9.292 personas, mientras que la temporada 22/23 se cerró con 86.830 visitantes.
– ¿Cómo se está gestionando al personal de la estación ante esta escasa actividad?
– Estamos dando más días de descanso que lo que tendrían habitualmente en esta época del año, así como repartiendo los días de trabajo para que no esté la plantilla al completo aquí. Al mismo tiempo, estamos aprovechando para hacer trabajos que siempre hay pendientes, como labores de mantenimiento y reorganización.
– ¿Temen que la rentabilidad de Valdezcaray se vea comprometida con este cambio de paradigma meteorológico?
– Es que la rentabilidad de Valdezcaray no se puede medir únicamente por los ingresos y costes que tiene la estación. Al ser un proyecto del Gobierno de La Rioja y no una empresa privada hay que tener en cuenta otra serie de beneficios indirecto que provoca esta actividad y que es un reclamo turístico para la región. Por eso, los beneficios que genera alrededor, especialmente en Ezcaray y todo el valle del Oja, son muy cuantiosos. Yo lo considero más como una inversión estratégica que no un negocio en sí mismo.
Escuela de Esquí de Valdezcaray
– ¿Creen que en los próximos años Valdezcaray cambiará su enfoque para centrarse más en otras actividades no vinculadas a la nieve?
– Yo creo que no. Es cierto que el calentamiento es una realidad, pero no creo que la nieve se vaya a acabar de un año para otro. Lo que sí vemos que va a pasar es que cada vez las temporadas se van a acortar un poco más, empezando más tarde y acabando antes. Tendremos menos tiempo apra disfrutar del esquí, pero por eso, en nuestro caso, vamos a potenciar la nieve artificial. Creo que esta es la base para poder disfrutar de más días de esquí dentro de la misma temporada. Si hacemos los trabajos bien y las inversiones necesarias quizá se pueda maximizar su explotación y disfrutar de Valdezcaray como una estación de esquí por muchos años más.
– Algunas estaciones del país han puesto sobre la mesa la posibilidad de cerrar ante este vuelco térmico. Valdezcaray, en cambio, apuesta por la desestacionalización. ¿Cómo avanza este proyecto?
– Creo que las estaciones que estamos a una cota más baja tenemos que pensar en alternativas para ofrecer otros servicios aprovechando la infraestructuras y el entorno natural, aunque sin renunciar al origen que es el esquí. Nuestro proyecto de la desestacionalización se va a licitar ahora y, en principio, los trabajos tienen unos seis meses de ejecución, por lo que de ir todo bien podíamos estrenarlo a finales de verano, aunque los tiempos son algo justos. Lo que está claro es que de cara al año que viene se contará con la actuación ejecutada. Esto permitirá disfrutar de las instalaciones y de la montaña en otro momento del año y con otro público diferente, diversificando así sus oportunidades. La idea es abrir junio y septiembre durante fines de semana y en julio y agosto hacerlo todos los días. Además, paralelamente se está trabajando en nuevas propuestas de ocio, aunque estas están todavía por determinar.
