La Feria Internacional de Turismo (FITUR) es la fiesta por excelencia para los políticos de provincias en la capital del Reino de España. En el centro del país, en la tierra de la libertad, todos acuden allí a vender las bondades de su comunidad para atraer a miles de personas que empujen su economía hasta conseguir tasas de paro dignas del primer mundo. Todos los lugares del planeta tienen en IFEMA algo que los hace únicos y especiales. Inigualables. Incluso visitables en esos días en los que uno busca desconectar de la rutina y fotos guapas con las que fardar en Instagram.
No hay presidente autonómico que falte a la cita ni consejero o director general que se ausente de la foto. En menos de una semana pasan por Madrid todos los pequeños centros del poder con agendas envidiables para dar con esa tecla que nadie había descubierto hasta la fecha y que conseguirá catapultar esa industria a la que se ha encomendado el país para sobrevivir en este mundo tan globalizado y cada vez más expuesto al cambio climático.
Por eso lo que más llama la atención en estos casos son las ausencias. El Gobierno de La Rioja se propuso llevarse la palma y a fe que lo ha conseguido. Porque no hay nada que al ciudadano más le crispe que la vida a papo de rey que se pegan nuestros dirigentes políticos a costa del erario público. Lo mismo da el salario que las dietas (entiéndase el gasto en alojamientos, viajes y comidas para no confundir con el régimen). Y en FITUR cobra especial importancia porque el carrusel de fotos institucionales no anda a la zaga de cualquier viaje de recién casados.
Con la mitad de los políticos riojanos en Madrid, ninguno de ellos pudo sacar cinco minutitos para acercarse a la gala de los galardones IATI -los Goya del Turismo- en la que premiaban a la campaña ‘Eso que sientes es La Rioja’. Si la presentaba Roberto Leal, que no es Pablo Motos o Mercedes Milá. ¡Roberto Leal! ¿Es que nadie del Gobierno ama a ese hombre cuando podría ser incluso el presidente de consenso que pusiera de acuerdo a Sánchez y Feijóo? ¿Tan apretadas eran las agendas de todos? ¿Tantas inaplazables reuniones estaban manteniendo en ese preciso instante? Vamos a flipar con la cantidad y calidad de buenos turistas que, seguramente, desde ya nos estarán visitando gracias a esas gestiones.
Porque la única excusa esgrimida desde el Gobierno ha sido que hubo un “imprevisto”. Que la campaña fuera del anterior Ejecutivo, presidido por la socialista Concha Andreu, y que tuviera su particular polémica con la Diócesis porque dos personas bailaban en un altar seguro que nada ha tenido que ver. Aquí paz y después gloria. El ridículo, al menos durante la gala, fue solventado por Roberto Leal y la cómica Carolina Iglesias, quienes encontraron a una riojana entre los presentes pese a representar menos del uno por ciento de la población. Cosas del directo y de los berrinches políticos. Malos compañeros de viaje cuando de mostrar una representación institucional se trata.
Faltaron los miembros del Gobierno de La Rioja en los premios IATI, faltaron los miembros del PSOE en FITUR durante los días dedicados a los profesionales. Andan tan de capa caída después del batacazo de mayo en las urnas que ni apuntarse a la fiesta política por excelencia quieren. El único socialista que se dejó caer por la improvisada embajada de IFEMA fue el exsenador y alcalde de Arnedillo, Pedro Montalvo, acompañado de Jesús Ángel Zamajón. Ni siquiera la visita del ministro Jordi Hereu al stand de la comunidad -recordemos que el PSOE mantiene el poder nacional gracias a los malabarismos de Sánchez- propició que algún dirigente del puño y la rosa se acercara a saludar por el centro de poder del país.
Sí lo hizo la líder de IU, Henar Moreno, quien volvió a confirmar ser una de las personas con más olfato político de la región. En calidad de portavoz parlamentaria se presentó en el desayuno que el neoestoico Gonzalo Capellán protagonizó en el Hotel Hesperia para demostrar altura institucional (tampoco asistió Ángel Alda -Vox- pese a estar en Madrid) y recordarle al votante que la izquierda en La Rioja es ella, que no el PSOE. Luego se dio una vuelta por FITUR y mantuvo un pequeño encuentro con Jordi Hereu mientras este también departía con el presidente riojano, el consejero José Luis Pérez Pastor y la responsable de Turismo, Virginia Borges. Foto con un ministro el jueves, paseo por IFEMA con una ministra y amiga (Sira Rego) el viernes. Y a seguir apareciendo en los papeles y las crónicas. Cosas de gestionar bien las derrotas y los berrinches.
