La Rioja

Las obras para la “velocidad alta” en La Rioja, como pronto, para 2030

Las obras para la “velocidad alta” comenzarían, como pronto, en seis años

¿Cuándo llegará el AVE a La Rioja? Es la pregunta que llevan haciéndose los riojanos varios lustros, cuya respuesta detalla que no será AVE sino “velocidad alta” (entre 220 y 200 kilómetros por hora) para los trenes que circulen por la comunidad. Aclarado ese punto, ¿cuándo sería entonces su llegada? Si todo el proceso discurriera de la forma más rápida posible, las obras empezarían en 2030. A partir de ahí, el horizonte se amplía hasta 2050 y nadie se atreve a dar una fecha concreta.

El 18 de mayo de 1863, el tren cruzaba por primera vez La Rioja. Ese día se estrenaba el tramo entre Miranda de Ebro y Haro, y aquel mismo verano el servicio ferroviario cruzaba toda la región hasta Alfaro. Sólo quince años antes había llegado el primer tramo a España, entre Barcelona y Mataró. Los caminos de hierro se iban esparciendo por el país y la línea de Miranda a Castejón era una de las prioritarias a ejecutarse. Mucho ha cambiado la historia desde entonces. El 21 de abril de 1992 se inauguraba la línea de Alta Velocidad entre Madrid y Sevilla. Más de tres décadas después La Rioja y Cantabria son las dos únicas comunidades que no cuentan con un sólo metro de AVE.

El director general de la DGT, Pere Navarro, recordaba hace unos meses en la jornada ‘Logroño en marcha’ organizada por NueveCuatroUno, que en “la nueva movilidad” estaba la clave del futuro de los territorios y aseguraba entonces que el AVE había sido “la mejor forma de reducir los accidentes en largos desplazamientos porque la gente sustituyó el coche por el tren”.

El tramo ferroviario riojano está dividido en dos subtramos: uno de Castejón a Logroño y otro Logroño a Miranda de Ebro. Cada uno lleva su velocidad en los trámites ya consolidados. Después de muchos vaivenes y marchas adelante y atrás, con procesos larguísimos en el tiempo que incluso han incluido la caducidad de varios de ellos por la inacción de las administraciones y empezar de cero en algunos casos, ahora los dos tramos vuelven a estar en marcha. El de Castejón a Logroño algo más adelantado y con un posible inicio de obras menos incierto que el de Logroño-Miranda de Ebro.

De Castejón a Logroño: obras en 2030

Con la alternativa a ejecutar ya elegida y la Declaración de Impacto Ambiental aprobada desde hace poco más de un mes, quienes conocen el proyecto aseguran que las obras podrían comenzar en 2030 si nada se desvía de los planes previstos.

La licitación, la adjudicación y el inicio del proyecto constructivo podrían abarcar todo este 2024. Con un tramo que no tiene especial complejidad y que comparte con las vías actuales 19 de sus 70 kilómetros de recorrido (un 26,9 por ciento), éste permitiría realizar el trayecto entre la capital riojana y la localidad navarra en aproximadamente 32 minutos (20 minutos menos de lo que cuesta en la actualidad), manteniendo las paradas en Calahorra y Rincón de Soto. Son las previsiones que apunta el estudio informativo de ese tramo del futuro corredor ferroviario Cantábrico-Mediterráneo.

Teniendo en cuenta que ese proyecto tardaría en realizarse el mismo tiempo que otros similares, se podría hablar de que en dos años y medio estaría finiquitado. Así, entre 2028 y 2029 se podrían llevar a cabo las aprobaciones de los proyectos básicos, los proyectos de ejecución y las expropiaciones. A finales de 2029 se podrían licitar y adjudicar las obras para que éstas pudiesen comenzar en 2030. Todo ello en el mejor de los casos, aunque determinados técnicos aseguran que éstos incluso podrían bajar unos meses si todo va viento en popa.

El trazado elegido parte de la estación de Castejón y cruza el río Alhama por un viaducto en Alfaro, donde tendrá que salvar diferentes bienes arqueológicos. Una vez utilizada la variante de Rincón, cuyas obras empezarán el próximo mes de febrero, entre Calahorra y Alcanadre se proyectan cuatro pasos superiores para llegar al punto más complicado, que se encuentra en este segundo término municipal.

Debido a su particular orografía, con los cortados de Aradón como principal problema para mantener el trazado actual, la alternativa seleccionada discurre más al sur del municipio y evita también zonas susceptibles de inundarse con las crecidas del río Ebro. Ahí se prevén construir los dos únicos túneles del trazado, de 216 y 1.868 metros de longitud cada uno de ellos.

El nuevo eje ferroviario proseguirá por Arrúbal y Agoncillo. En este último municipio, las curvas obligan a los trenes a reducir la velocidad. En la actualidad, en esa zona se ven obligados a circular a 100 kilómetros por hora y con el futuro trazado podrían hacerlo a 160, debido a que el proyecto respeta al actual viaducto sobre el río Leza y discurre próximo al aeropuerto y a la base militar.

En dirección a Logroño, el futuro trazado se desplaza en la zona de Recajo ligeramente hacia el sur para discurrir entre la carretera N-232 y las vías actuales, por lo que se construirá un muro de 800 metros de longitud en la margen izquierda para contener los taludes.

Con ese nuevo trazado, el estudio estima que entre Castejón y Logroño será posible realizar el viaje en un vagón de viajeros en algo más de 32 minutos con paradas en Calahorra y Rincón de Soto frente a los 52 minutos que se tardan actualmente.

De Logroño a Miranda: obras para 2035

El tramo de Logroño a Miranda de Ebro va más lento. Sin ningún trámite realizado durante años, en la pasada legislatura se llegó a un acuerdo por unanimidad del Parlamento de La Rioja y los agentes sociales para que en el estudio de alternativas (que ya se está realizando) se incluyese una propuesta diferente a las ya existentes.

Se trata de la alternativa en la que el trazado pasa por Pancorbo y que se elevó al Ministerio. Este estudio para valorar cuál es el tramo más aconsejable fue adjudicado en junio de 2023 por un
importe de 464.000 euros y tiene un plazo de 20 meses. Una vez que se elija, habría que iniciar los trámites para el estudio informativo y la declaración de impacto ambiental. De seguir con el ritmo habitual de este tipo de infraestructuras, las obras podrían echar a andar en 2035. Siempre que no hubiese paralizaciones o marchas atrás en los procesos ya consolidados.

Lo que ahora se estudia es la elección del mejor de los tramos para conectar la capital riojana con uno de los centros ferroviarios más importantes de la zona (Miranda de Ebro).

Una de ellas atraviesa parcialmente Rioja Alavesa por la zona de Labastida y Salinillas hacia Zambrana. La salida de la vía sería de Logroño hacia el norte para luego seguir trazado hasta San Asensio. Desde allí giraría más hacia el norte para pasar el Ebro antes de Briones y enfilar hacia Zambrana por Labastida. Un total de 63 kilómetros, con varios túneles y siete kilómetros de viaductos. El coste estimado es de 750 millones de euros.

La segunda alternativa del estudio informativo pasa cerca de Fuenmayor y Cenicero, cruzando San Asensio por el norte del término municipal. Luego pasa al sur de Haro para, posteriormente, girar de nuevo hacia el norte y dirigirse en línea recta hacia Zambrana. En total son 64 kilómetros y también prevé varios túneles y viaductos. El coste preliminar es de 890 millones de euros y la duración del recorrido sería de 21 minutos.

La tercera opción de trazado que deberá valorar la adjudicataria del estudio de viabilidad es la planteada por el Parlamento riojano en 2021 . Su planteamiento desplaza las rutas al sur, en buena parte de forma paralela a la Autovía del Camino (A-12) para enlazar con la localidad de Pancorbo, en lugar de con Miranda de Ebro, con el objetivo de reducir el impacto de la actuación.

El trazado abandona definitivamente la vía actual y planea una nueva línea del ferrocarril que abandonaría Logroño a través de un túnel en la zona del parque San Miguel, lo que haría innecesario acometer la fase del soterramiento en la zona oeste de la ciudad. El trazado, paralelo a La Grajera y pegado a la autovía A-12 hasta pasado Hormilla, se desvía luego hacia el norte para enlazar con Pancorbo y desde allí a Miranda. El proyecto contempla un ramal hacia Fuenmayor para comunicar con la actual vía y poder dejar algún tren, a efectos turísticos, hacia Haro.

Para Europa, como tarde en 2050

Paralelamente a lo que se pueda hacer desde el Ministerio de Transportes, la Red Transeuropea de Transportes sigue su marcha. Los esfuerzos del Ministerio de Fomento para que el Parlamento Europeo accediera a incluir entre el listado de corredores ferroviarios prioritarios el que unirá Miranda con Logroño y Castejón no sirvieron de nada. La decisión de la Cámara europea la pasada primavera fue dejar este trazado, tal y como estaba, en la red global y, por lo tanto, fuera de los que recibirán un apoyo económico importante de la UE para que puedan estar operativos para el año 2030 como tarde.

Para la conexión entre el Cantábrico y el Mediterrano, Europa eligió como prioritario el corredor que pasará por Navarra. Con todo, del acuerdo europeo se destaca que el corredor del eje del Ebro podría entrar en un futuro reparto de fondos, ya que hay una posibilidad para que se financiado mediante la dedicación del 5 por ciento del presupuestos de la red global.

Para algunos expertos, estar en la Red Básica o en la Red Global es importante, pero, por ejemplo, ahora mismo el tramo Logroño-Castejón, que está en la Red Global, va más adelantado que el tramo Zaragoza-Castejón, a pesar de estar en la Red Básica.

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