Logroño se ha puesto en marcha para adaptar su movilidad a las nuevas necesidades de los ciudadanos. De todos los que se mueven, de una u otra forma. De los que lo hacen en coche, o en moto, o en bici, o andando, o incluso en patinete, sin olvidar a las personas con discapacidad que deben ser atendidos en materia de movilidad.
El modelo está cambiando porque la sociedad evoluciona y la realidad se transforma para dar cabida a una población más mayor que busca andar su ciudad, para permitir que los ciudadanos-clientes reciban sus paquetes en la puerta de su casa; para que los repartidores que llevan estos paquetes lo hagan de forma eficiente. Hay que dar soluciones a los ciudadanos que viven a más de quince minutos de su puesto de trabajo y recorren la distancia en patinete, en moto, en coche y por supuesto en bici.
Foto: Riojapress/Fernando Diaz
La movilidad está cambiando, y Logroño lo está haciendo para adaptarse a las nuevas necesidades. “Pero teníamos que explicarlo. Tenemos que dejar claro que nada de lo que se está haciendo es fruto de la improvisación”. Pablo Hermoso de Mendoza, alcalde de Logroño, participa en el foro ‘Logroño en marcha: movilidad sostenible y salud’, organizado por NueveCuatroUno, que se ha celebrando este martes en el Espacio Lagares. “La movilidad genera hoy en día controversia, lo sabemos; por eso queremos explicar más y mejor las medidas que se están tomando, como la necesidad de tener más carriles bici, de tener una turbo rotonda o que tengamos ahora calles donde el vehículo se mueve en zigzag.
De ahí la presencia en Logroño de Pere Navarro, director general de Tráfico, claro y preciso como siempre: “El futuro de Logroño pasa por su movilidad”. El responsable de haber reducido a mínimos los accidentes en las carreteras españolas -por debajo de Francia y Alemania- reconoce que “a mí me gusta copiar, soy de copiar aquello que funciona en otros lugares”, porque “la movilidad es la forma más intensa de vivir una ciudad, al menos aquella que quiere transformarse”.
Y aconseja que las ciudades, como Logroño, deben adaptarse a la nueva movilidad. “Está en juego el futuro”, insiste, porque “de no hacerlo quedaremos atrapados en el ruido, la congestión y la contaminación”. Y pone un ejemplo: “El AVE fue la mejor forma de reducir los accidentes en largos desplazamientos. Porque la gente sustituye el coche por el tren”, que se debería aplicar en el transporte de mercancías: “Cambiar el camión por el tren”. Solución que tiene su reflejo en las ciudades. “El transporte público, sí o sí”.
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La movilidad es una solución, “siempre y cuando sea segura, sostenible, saludable y universal”, explica Pere Navarro, que ha intercambiado opiniones con el alcalde Pablo Hermoso de Mendoza. “Estamos reordenando el espacio público de nuestra ciudad, para calmar el tráfico y al mismo tiempo hacerlo más fluido. Porque si reduces la velocidad a 30 km/h podrás quitar semáforos. Se irá más lento por la ciudad, pero al mismo tiempo se transitará de forma más fluida y por tanto se llegará antes a los sitios”, remarca Hermoso de Mendoza.
El espacio es las ciudades está limitado, por lo tanto la movilidad requiere de un acuerdo, requiere, como señala Pere Navarro, “de pedagogía, consenso y mucha empatía” en lo que califica como “un pacto para la movilidad”. Pero la movilidad requiere de una planificación. “Deben desarrollarse alternativas razonables”, indica Navarro cuando ha surgido en el turno de preguntas el asunto de la doble fila.
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“Vivo en una calle con un carril bici y un carril bus. Es imposible que pueda parar cerca de mi casa para descargar algún objeto pesado, o problemas mayores como acercar a una persona con movilidad reducida como un anciano”, en una conclusión final de Pere Navarro en la primera mesa redonda de ‘Logroño en marcha: movilidad sostenible y salud’: “Hay que pensar en la movilidad como una solución para todos los ciudadanos, y hay que apostar por alternativas razonables, porque si no se hace de esta forma y solo se multa a los ciudadanos se acaba perdiendo credibilidad”.
