Desde CETM La Rioja lamentamos la insuficiente y deficitaria política que en materia de carreteras y seguridad vial se lleva a cabo en la comunidad autónoma de La Rioja. Lejos de invertir en mejorar las maltrechas, insuficientes y tercermundistas principales carreteras de nuestra comunidad, en las últimas horas, hemos conocido que toda mejora en estas vías se reducirá a la instalación de más radares fijos.
Queda claro que la elevada siniestralidad que se registra en las carreteras nacionales que discurren por nuestra comunidad autónoma únicamente puede deberse a la precariedad de su trazado y el ínfimo número de kilómetros desdoblados.
No debemos olvidar que sobre el recorrido riojano de la N-232 pesa un desvío obligatorio para camiones de cuatro o más ejes, sin que esa medida, que lastra el desarrollo económico de la región, reduce la eficiencia de nuestras empresas de transporte y dificulta el trabajo de los profesionales de nuestro sector, solucione la elevada siniestralidad que registra esta carretera.
No nos engañemos. La única medida eficiente para atajar el problema de la siniestralidad en nuestras carreteras se llama inversión. Mientras ningún responsable en materia de seguridad vial en nuestra comunidad entienda y reconozca la necesidad de desdoblar estas carreteras, los accidentes de tráfico seguirán siendo habituales. No es cuestión de más radares; la solución es la inversión.
