La planta de gas de Sotés iniciará la construcción de un nuevo pozo en el mes de abril. La idea era haberlo hecho antes ya que el plazo para poder empezar su construcción finalizaba el noviembre de 2023, pero tras pedir una prórroga al Ministerio, y que le fuese aceptada con un plazo de finalización en noviembre de este año, la planta prevé ampliar a un segundo pozo sus instalaciones.
“El retraso en la construcción de este segundo pozo ha venido motivada especialmente por la pandemia”, explica David Alameda, responsable de Desarrollo de Negocio de Heyco, la empresa con más porcentaje de participación en la sociedad que se encarga de explotar el gas en La Rioja.
“La pandemia alteró mucho el mercado, que tuvo un impacto importante en la industria, y hemos estado durante dos años sin poder hacer nada porque los equipos de perforación son muy específicos y no es que no haya en España sino que tampoco los hay en Europa”.
Heyco Energy había lanzado los procesos de compra de las tuberías, cabeza de pozo y otros materiales de largo plazo de entrega, así como de la contratación de la torre de perforación, con el objetivo, en ese momento, de iniciar el sondeo en la segunda mitad del año 2023. Sin embargo, solo recibieron una oferta con la que no se podía garantizar la disponibilidad de la torre a tiempo para ejecutar los trabajos antes del final de la vigencia de la autorización.
El Ministerio de Transición Ecológica decidió entonces autorizar a la compañía estadounidense Heyco Energy Group (58,7 %), la Sociedad de Hidrocarburos de Euskadi (37,6 %) y Oil & Gas Skills (3,5 %) una prórroga para llevar a cabo una perforación en España para la búsqueda de gas natural en el yacimiento de Viura.
“Nosotros tenemos un permiso general para la construcción de tres pozos más y uno de inyección de agua y la idea es irlos construyendo en los próximos años con una inversión que puede rondar los cien millones de euros”. Aún así, para cada una de las intervenciones tienen que obtener un nuevo permiso administrativo por parte del Ministerio. “Para la construcción del tercer pozo ya está pedido el permiso y sólo falta la firma del director general”. Y es que la intención sería la de construirlo en el momento que terminasen las obras de este segundo pozo que comenzará en cuestión de tres meses.
“La idea principal es poder desarrollar los otros tres pozos que supondría poder extraer el diez por ciento del gas que se consume en La Rioja durante 15 años y que permitiría multiplicar por cinco la producción actual del yacimiento”. Además también están trabajando en la posibilidad de implantar un proyecto de gas verde “que suponga el primer proyecto de biogás en La Rioja para que la región pueda subirse a las nuevas energías”.
De momento, entre trabajos directos e indirectos, el proyecto de extracción de gas en La Rioja (el único convencional que existe en España) da trabajo a más de 80 personas en la región. A esto hay que sumar las instalaciones que obtienen biogás mediante la descomposición de materia orgánica. De las entrañas del Moncalvillo salió en 2021 el 82 por ciento de todo el gas extraído en España. “Además, este año, con una producción muy por debajo de la que podemos tener en cuestión de unos años, hemos pagado al Gobierno un total de 835.000 euros en impuestos estatales a eso hay que añadir el IBI y el IAE que se le paga al Ayuntamiento y el porcentaje que se le ofrece a los propietarios de los terrenos entre los que, este año, hemos repartido un total de 280.000 euros”
Mientras, en Sotés, el alcalde del municipio se encuentra satisfecho con la creación del nuevo pozo. “Nos comentaron que los trabajos podrían empezar a principios de año pero la experiencia que tenemos con este tipo de obras es que suelen retrasarse un poco principalmente porque no es fácil encontrar torres de perforación para llegara los 4.000 metros de profundidad que hay en el yacimiento”, dice Antonio Rodríguez, que reconoce que la creación de un segundo pozo puede ser beneficiosa para los propietarios de terrenos que cada año reciben ingresos de los beneficios de la extracción del gas. “Si se saca más gas, más beneficios tendrán las empresas que lo explotan y más ingresos tendrás los propietarios de los terrenos, entre los que se incluye el Ayuntamiento”. Una administración que ya recibe suculentos beneficios de la planta que superan los 100.000 euros entre los impuestos de IBI e IAE”.
El Gobierno vasco se plantea vender su parte
El Gobierno vasco gestiona esa infraestructura a través de una sociedad en la que tiene una participación del 37 por ciento junto con las compañías norteamericanas Heyco Energy (58,7%) y Oil and Gas Skills (3,5%).
El Ejecutivo autonómico estuvo de acuerdo con pedir la ampliación de plazo para el segundo pozo, un movimiento que difiere con la posición mantenida por el Ejecutivo de Urkullu que en abril de 2021 anunció formalmente su renuncia a seguir explorando pozos de gas en el País Vasco, porque «carece de sentido hacerlo si no se va a poder explotar el yacimiento». Así es como dio carpetazo al uso de los recursos existentes en el subsuelo del sureste de Vitoria, en Subijana.
La consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, aseguró hace unas semanas en el Parlamento vasco que “valora todas las alternativas”, incluso “la venta o transmisión a un tercero”.
