Vaya por delante mi respeto al equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Logroño, que opina diferente y cree, de buena fe, que sí es una buena idea meter un parking en la antigua estación de autobuses de Logroño. Asumo su legitimidad para hacer lo que crean más conveniente. Por otro lado, me disculpo por si ofendo a alguien siendo demasiado vehemente y ofensivo en la manifestación de mi posición. Pero bueno, al lío.
1.- Demanda inducida. Al habilitar 60 nuevas plazas de aparcamiento donde no existían se realiza un efecto llamada para el tráfico a motor. La antigua estación ocupa una posición central en la ciudad, por lo que no puede considerarse como un aparcamiento disuasorio; más bien es un aparcamiento inductor de tráfico al centro de la ciudad.
Para algunas personas esto tiene un beneficio individual. Aquellos conductores que tengan la ‘suerte’ de encontrar un sitio libre se verán liberados del agobio de tener que encontrar aparcamiento. Por cada uno de ellos habrá otros tres que no lo encontrarán. Y eso nos lleva al punto 2.
2.- Tráfico de agitación. Esos incómodos minutos que te pasas dando vueltas buscando aparcamiento no solo los sufres tú. Los sufrimos todos. El nuevo parking creará más tráfico de agitación en el propio parking, en la calle Belchite y aledañas.
3.- Desincentivación del transporte público. El mensaje para el vecindario de Valdegastea, La Cava, Lardero, Villamediana, etc. deja de ser “en bus ya habrías llegado”, sino “qué chorra, cogemos el coche y lo dejamos en la estación”.
Y en transporte público también se incluyen taxis. ¿Para qué necesitamos taxis, si nos habilitan el aparcamiento en el centro de la ciudad? ¿Qué opina el colectivo de taxistas?
4.- Desincentivación de la movilidad activa. En zonas con mayor presencia de coches resulta menos atractivo caminar o moverse en bici. Los efectos que tiene la movilidad activa sobre la salud han sido estudiados, entre otras, por la Asociación Española de Pediatría, pero como tenemos referentes más cercanos os invito a seguir la pista de nuestro querido Federico Castillo.
5.- Colindancia con un entorno escolar. Meter un nuevo parking al lado de un colegio no aporta ningún beneficio a la comunidad educativa. Sobre todo para el alumnado del colegio, ciudadanía menuda que necesita jugar, esconderse y moverse por la ciudad de forma autónoma.
Desde aquí reitero mi agradecimiento a esta AMPA, que lucha por una ciudad mejor para sus hijos e hijas. Sobre ciudad e infancia escribí una tribuna hace unos años, con mis admiradas ‘Ciudades Cuidadas‘, en la que se aborda la importancia de entornos escolares.
6.- ¿Necesidad? Argumenta el Partido Popular que es necesario este aparcamiento provisional, pero no sabemos en qué se fundamenta. Hasta ahora no existía y no pasaba nada. Necesarias son, quizás, otras cosas.
Como, por ejemplo, habilitar parte de las dársenas para instalar ascensores y garantizar la accesibilidad a las viviendas del edificio. Entiendo que esta acción podría ser ejecutada en un futuro, de forma paralela a la intervención definitiva. Porque, recordemos, esto es un aparcamiento “provisional”. Lo que nos lleva a la séptima y última razón.
7.- ¿Provisional? Tras conseguir fondos europeos la pasada legislatura, actualmente se están llevando a cabo un concurso de ideas sobre la antigua estación, lo cual me parece estupendo. Aquí también quiero poner en valor el trabajo silencioso del Colegio Oficial de Arquitectos de La Rioja para facilitar este tipo de iniciativas.
Según los plazos previstos, en enero de 2025 podría empezar la obra. ¿Quiere decir esto que este aparcamiento provisional va a durar un año escaso? Citando al mismísimo alcalde, Conrado Escobar, ¿por qué crear un problema donde no lo hay? ¿Para meter 60 coches durante doce meses estáis montando todo esto? 30.000 euros de licitación que sí, pero luego no…
En fin, espero que todo se resuelva a la mayor brevedad y podamos pasar página de esta, a mi juicio, lamentable decisión.
Mucho ánimo a los concejales responsables y al señor alcalde con la parte que les toca. Sé que obran de buena fe. Entenderán que, como parte de la oposición, no puedo tampoco quedarme callado ante retrocesos en movilidad y espacio público.
