La Rioja

Preocupación entre los trabajadores de Calzados FAL y empresas auxiliares

Preocupación entre los trabajadores de Calzados FAL y empresas auxiliares

Las llamas no se han extinguido del todo y el humo sigue emanando de las instalaciones de la empresa FAL-Chiruca que el pasado viernes ardió por completo en el polígono El Raposal de Arnedo, pero el Comité de Empresa ya ha tomado una decisión acerca del futuro de sus 125 trabajadores. Así, la mayoría de ellos ya han entrado en ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo).

El pasado fin de semana, los trabajadores mantuvieron una reunión en la Casa de Cultura de Arnedo para, especialmente, resolver las dudas legales en cuanto a la situación en la que quedarían los empleados. “El ERTE se mantendrá hasta que la empresa recupere su actividad con un periodo máximo de dos años. Este abarcará el 70 por ciento de la base reguladora de los últimos seis meses”, explica Juan Pedro López, representante del Comité de Empresa.

Ese “tope” ha detallado, que va desde los 1.225 euros a los 1.575 -en función de si el trabajador tiene hijos o no- puede suponer “que haya trabajadores que se queden con menos de la mitad de su sueldo” es decir “una merma muy importante a pesar de que es una situación en la que nadie tiene culpa”.

Por el momento desconoce si la totalidad de la plantilla entrará en ERTE porque hay algunos trabajadores que pueden empezar ya con el trabajo de oficina, con proveedores y clientes, por lo que puede que no sea necesario. Para quienes está asegurada esta Regulación Temporal de Empleo es para aquellos que están en la planta de producción.

Además, López puntualiza que la durabilidad del ERTE dependerá del tiempo de desempleo que el empleado ha generado en la empresa. Si alguien solo ha generado tres meses de paro, solo pasará este tiempo en ERTE como máximo.

“Conforme la actividad se vaya recuperando se irán haciendo llamamientos para sacar a gente del ERTE según las necesidades de la empresa. Por eso son ERTE flexibles, similares a los que se hicieron durante el COVID-19”, añade. Y es que el propósito de la familia Abad es darle continuidad al proyecto. No será algo inmediato, ya que todavía no se ha declarado la situación de siniestro ni han acudido a desescombrar.

“Es complicado cuantificar las pérdidas que ha habido porque se ha quemado todo: inmueble, máquinas, pieles, botas ya terminadas que había en el almacén… Mucho dinero”, lamenta el responsable del Comité. Por eso es que la empresa también va a intentar conseguir ayuda por parte del Gobierno regional y el propio Ayuntamiento de Arnedo, con el fin de agilizar los trámites y complementar los salarios que se les van a quedar a las familias. “Porque cubrir las necesidades del día a día también va a ser complicado con el ERTE”.

López ha recordado que, poco después del incendio, desde el Gobierno regional y del Ayuntamiento de Arnedo prometieron apoyo. “Nos gustaría que pudieran complementar esas cantidades hasta el salario además de agilizar los trámites para que la empresa pueda arrancar aunque sea en otras instalaciones. Sabemos que otras industrias se han ofrecido a colaborar porque creemos que esto va para largo”.

En el caso de las empresas auxiliares, ha destacado, ya saben que algunas han parado líneas. “Trabajaban en gran medida para FAL, por lo que es evidente que este siniestro va a afectar a todo el pueblo y a su comarca”.

Empresas auxiliares

Juan Carlos Alfaro, responsable de Industria de UGT, ha incidido, en declaraciones a EFE en que “no es lo mismo que una empresa dedicara el sesenta por ciento de su producción a FAL, con lo que puede presentar un ERTE por causas productivas, que una industria que les dedicara el treinta por ciento de su trabajo”.

“Hay muchas cosas que analizar y luego esos ERTE se tendrán que aprobar o no, con lo que todavía es difícil tener claro qué va a ocurrir” pero “tememos que habrá empresas que lo pasen muy mal”, ha explicado y ha incidido en que “además, estamos en un mes un poco especial y seguro que hay que esperar un tiempo a ver cómo queda todo”.

En la misma línea, Diego Belón, responsable del sector de Calzado en CCOO, ha incidido en que “vamos a tener que esperar un tiempo para ver cómo se suceden las cosas” porque “la realidad es que todavía sale humo de la fábrica y creo que ni han podido entrar a ver cómo sucedieron las cosas”.

“Dentro de la fatalidad, hay dos buenas noticias, por un lado el que la empresa nos ha trasladado que quieren seguir con la actividad y resurgir, y por, otro, el que los trabajadores de FAL probablemente tendrán un expediente por causa de fuerza mayor que por lo menos les da algo a lo que acogerse”, ha detallado.

Ha reconocido, no obstante, que “las personas que trabajan en empresas auxiliares de FAL tienen una situación diferente, hay otros mecanismos a los que se pueden acoger pero antes hay que hacer un trabajo previo importante, y diciembre no es un buen mes” con lo que “para toda esta comarca enero va a tener una cuesta más dura”.

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